Se ha publicado recientemente en la revista European Journal of Nutrition, una revisión narrativa de las evidencias científicas sobre la restricción energética dietética en las enfermedades neurológicas.
A continuación, os mostramos un resumen de la revisión que han elaborado estos autores. La autoría original de esta publicación corresponde a Boxin Zhang, Roujie Huang, Shaokang Xu, Yuzhen He, Jiaxin Li, Lily Wan, Bo Xiao y Zhaohui Luo.
Para comenzar
Los trastornos neurológicos engloban un grupo de diversos trastornos del sistemas nervioso central y periférico. Los síntomas de los trastornos neurológicos incluyen, entre otros, control anormal del movimiento, episodios de conciencia alterada que se asemejan a ataques epilépticos y algunas sensación alteradas. Estos síntomas en numerosas ocasiones se presentan con otros como dolor crónico, fatiga y otros síntomas cognitivos. Según estimaciones de un estudio realizado en 2016, los trastornos neurológicos fueron la principal causa de años de vida ajustados por discapacidad perdidos y la segunda causa principal de muerte en todo el mundo. Una dieta equilibrada contribuye al mantenimiento de la salud, previniendo la aparición y mejorando la progresión de numerosas enfermedades crónicas. Sin embargo, el consumo excesivo de algunos nutrientes críticos de la dieta incrementa el riesgo de algunas enfermedades neurológicas.
Investigaciones anteriores han confirmado que la restricción energética, especialmente el ayuno, podría mejorar la función cognitiva, retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la edad, así como la discapacidad sensoriomotora, y ralentizar la progresión de la neurodegeneración.
Se ha descubierto que la restricción energética mejora el rendimiento cognitivo, disminuye la mortalidad y ralentiza la progresión de la neuropatología en los accidentes cerebrovasculares inducidos por lesiones cerebrales.
Objetivo, metodología y estructura de esta revisión
Esta revisión proporciona una introducción general de diferentes modelos de restricción de energía y recopila el conocimiento actual sobre los efectos de la restricción energética en las enfermedades neurológicas tanto en modelos animales como en estudios humanos.
Esta revisión narrativa presenta dos partes que son muy interesantes:
– Clasificación de la dieta restringida en energía.
– Aplicación de la dieta hipocalórica en enfermedades neurológicas.
Clasificación de la dieta restringida en energía
La restricción energética es una pauta dietética que restringe la ingesta diaria de calorías. Desde el punto de vista clínico, existen dos estrategias principales para lograr la restricción energética que incluyen la restricción de energía de forma continuada y de forma intermitente. La restricción de energía intermitente está atrayendo cada vez más la atención por algunos de sus resultados positivos. Las pautas más estudiadas comprenden el ayuno intermitente (>60% de energía de 2 a 3 días a la semana, o en días alternos) y la alimentación restringida en el tiempo (limitando el período diario de ingesta de alimentos a 8 a 10 horas o menos, la mayoría de los días de la semana). Se ha demostrado que la restricción energética ralentiza la progresión del deterioro funcional dependiente de la edad y promueve la longevidad en roedores y primates.
La dieta restringida en energía aplicada desde el punto de vista clínico, se refiere a la dieta restringida en energía de forma continuada y se subdivide en dieta baja en calorías y dieta muy baja en calorías, que se definen como una ingesta calórica diaria total entre 800 y 1500 y menos de 800 calorías por día, respectivamente. Según los autores, la ingesta de energía estrictamente pautada en un periodo corto de tiempo (1 a 4 días por semana) conocida como ayuno intermitente, se confirma como una alternativa prometedora para la pérdida de peso. La ingesta calórica diaria de energía de forma intermitente se establece en un 60- 80% del valor energético original.
Aplicación de la dieta hipocalórica en enfermedades neurológicas
La dieta restringida en energía regula la señalización de la insulina y otras sustancias de enorme importancia. La dieta restringida en energía después de un accidente cerebrovascular proporcionó neuroprotección a largo plazo después de la isquemia y facilitó la remodelación cerebral en el área circundante o periférica de las regiones en las que se había producido un infarto. La insulina es una hormona peptídica producida principalmente por las células β pancreáticas y desempeña un papel importante en el desarrollo y en el metabolismo del sistema nervioso central, contribuyendo a la plasticidad sináptica y a mejorar la memoria. La reducción de la señalización de la insulina se ha relacionada con el deterioro cognitivo. La secreción disfuncional de insulina contribuye al envejecimiento cerebral patológico a través de una variedad de mecanismos, y presenta un impacto negativo en la eliminación de los péptidos β-amiloides. La dieta restringida en energía puede regular las vías de señalización de la insulina mejorando el metabolismo del glucógeno debido a que esta intervención dietética, podría influir en la transcripción y expresión de genes asociados con la hipoxia para activar factores de transcripción neuroprotectoras. Por consiguiente, este mecanismo podría ejercer funciones preventivas en los accidentes cerebrovasculares y facilitar la recuperación después de un evento de este tipo.
La dieta restringida en energía suprime la respuesta inflamatoria para mejorar las enfermedades neurológicas
Se ha demostrado que una dieta restringida en energía es eficaz en la ralentización de la progresión de numerosas enfermedades neurológicas al disminuir la inflamación. En un modelo de ratón adulto, la dieta restringida en energía indujo la autofagia en las células de Schwann para promover la remielinización y redujo la producción de citocinas proinflamatorias en la sangre y en el nervio ciático. La reducción del nivel de inflamación alivió el dolor neuropático persistente después de una lesión nerviosa.
Para profundizar
Si te interesa y quieres aprender más sobre envejecimiento y nutrición y profundizar en las enfermedades más prevalentes en esta etapa del ciclo vital, puedes consultar nuestro curso realizado por la FINUT junto con la universidad de Antioquía. Toda la información en el siguiente enlace: https://www.finut.org/cursos_online/diplomado-nutricion-y-envejecimiento/
Conclusión
La evidencia científica de esta revisión narrativa sugiere que la dieta restringida en energía ha demostrado efectos significativos en la protección de la estructura y función neurológica a través de la reducción de la inflamación, el estrés oxidativo y otros mecanismos, lo que la convierte en un enfoque prometedor para la prevención y el tratamiento de los trastornos neurológicos. La dieta restringida de energía de forma intermitente ofrece una mayor viabilidad y eficacia en la aplicación clínica en comparación con la dieta restringida en energía convencional.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://link.springer.com/article/10.1007/s00394-022-03036-1