Se ha publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Medicine, una revisión narrativa de las evidencias científicas sobre la enfermedad cardiovascular (ECV) y el ejercicio.
A continuación, os mostramos un resumen de la revisión que han elaborado estos autores. La autoría original de esta publicación corresponde a Bo Wang, Lin Gan , Yuzhi Deng, Shuoji Zhu, Ge Li, Moussa Ide Nasser, Nanbo Liu y Ping Zhu.
Para comenzar
La inactividad es un factor de riesgo importante para las ECV. El ejercicio puede mejorar el metabolismo y la función del sistema cardiovascular, reducir varios factores de riesgo y prevenir el desarrollo o mejorar la evolución de las ECV. El ejercicio regula el sistema cardiovascular al reducir el estrés oxidativo y la inflamación crónica, regula la sensibilidad a la insulina, fortalece la función mitocondrial del miocardio y mejora la resistencia al daño cardiovascular, entre otros múltiples beneficios. El ejercicio se ha convertido en una terapia esencial para el tratamiento y la rehabilitación de numerosas ECV.
Objetivo, metodología y estructura de esta revisión
Esta revisión narrativa presenta brevemente el paradigma actual de la prevención clínica y el tratamiento de las ECV a través del ejercicio.
La actividad física mejora la salud cardiovascular mediante una acción global, incluido el metabolismo de las neuronas y los sistemas endocrinos e inmunológicos, entre otros. El pilar de este efecto es la activación de mecanismos protectores endógenos debido a la falta de oxígeno, estrés oxidativo y estimulación de la fuerza mecánica como la activación de señales de supervivencia celular, que regulan positivamente el metabolismo del cuerpo, mejoran la capacidad antioxidante y promueven la movilización de células madre.
La intervención con ejercicio activa principalmente la vía P13K/Akt, aumenta la cantidad de factores antiapoptóticos, disminuye los factores proapoptóticos y reduce la apoptosis de los cardiomiocitos. Al activar la vía P13K/Akt se pueden producir los siguientes efectos:
– aumento del nivel de óxido nítrico
– estimulación de la proliferación y migración de células endoteliales
– reparación de las células endoteliales dañadas
– mejora de la función del endotelio vascular
– estabilización de la progresión de la cardiopatía isquémica
– reversión del estado de la enfermedad
El ejercicio aeróbico moderado (60 min/d, 5 días a la semana) puede activar la neurregulina-1 y el factor de crecimiento de fibroblastos para inhibir la apoptosis miocárdica, reducir la fibrosis miocárdica, promover la reparación cardíaca y la angiogénesis, mejorar la función cardíaca y la remodelación de la enfermedad cardíaca.
El ejercicio puede reducir los factores de riesgo de ECV, modificar la estructura y la función cardiovascular, mejorar la sensibilidad a la insulina y la pérdida de resistencia. La producción de moléculas relacionadas con el ejercicio por parte de numerosos tejidos y órganos, contribuye al metabolismo y a la protección cardiovascular.
El ejercicio mejora el metabolismo
El síndrome metabólico es un importante factor de riesgo de ECV, como la hipertensión, la aterosclerosis y la enfermedad coronaria. Los beneficios incluyen la reducción de los triglicéridos, el aumento de los niveles de lipoproteínas de alta densidad, la termogénesis acelerada en el tejido adiposo, el incremento del metabolismo de los ácidos grasos, el aumento de la masa muscular y la disminución de la grasa corporal. El ejercicio puede disminuir las alteraciones metabólicas de los aminoácidos en situaciones patológicas como la diabetes, al aumentar el uso celular de aminoácidos y en consecuencia, mejorar la salud cardiovascular y cardiometabólica.
Para profundizar
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Conclusión
La evidencia de esta revisión narrativa sugiere que el ejercicio de intensidad baja y moderada reduce el riesgo de ECV. La selección del modo y la intensidad del ejercicio en función de la edad y la condición física, es un componente esencial del estado físico. Independiente de la edad y la condición física, el ejercicio aumenta la frecuencia cardíaca y el flujo sanguíneo, efectos beneficiosos para la salud. Los mecanismos de protección endógena debidos a la práctica de ejercicio moderado, son estrategias esenciales para prevenir y tratar las ECV.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.mdpi.com/2077-0383/11/24/7511