Se ha publicado en la revista European Journal of Nutrition, una investigación sobre el consumo de cereales totales y cereales de grano entero (CGE) en América Latina en base a los resultados del Estudio Latinoamericano de Salud y Nutrición (ELANS).
Para comenzar
La baja ingesta de CGE es uno de los principales riesgos alimentarios que contribuye a las muertes y a los años de vida ajustados por discapacidad en todo el mundo, sobre todo por causas cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. El consumo inadecuada de cereales totales también está relacionado con una elevada carga económica. Pequeños aumentos en el consumo de cereales totales pueden conducir a una mejora de la salud, así como a una reducción de la carga del sistema sanitario, considerándose como una estrategia factible para ahorrar costes. Sin embargo, la mayoría de las encuestas de vigilancia nutricional no cuentan con estimaciones de la ingesta de cereales totales, ya que su evaluación sigue siendo una tarea difícil.
El objetivo de esta investigación
El objetivo de este estudio fue conocer la ingesta de CGE y sus factores asociados como cuestiones esenciales para abordar la doble carga de la malnutrición, reto fundamental en los países latinoamericanos. Este estudio también tuvo como objetivo caracterizar la ingesta de cereales totales y CGE en los países latinoamericanos e investigar los alimentos que contribuyen a esta ingesta de forma específica en esta región.
Algunas cuestiones metodológicas
Para la realización de este estudio, los datos se obtuvieron de la encuesta transversal multicéntrica pertenecientes al Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS), que incluyó a 9128 participantes residentes en áreas urbanas de ocho países latinoamericanos. La recogida de datos se realizó a través de dos visitas a los hogares utilizando un cuestionario estandarizado y dos recuerdos dietéticos de 24 horas. Se estimó la ingesta dietética habitual de alimentos del grupo de los cereales totales y de alimentos que contienen CGE. En este estudio, se investigó la asociación entre la ingesta de grupos de alimentos con cereales y las variables sociodemográficas mediante modelos de regresión lineal múltiple con interceptos aleatorios.
Principales resultados
La ingesta media de alimentos con cereales de forma totales y alimentos que con CGE fue de 318,6 gramos al día y de 14,7 gramos al día, respectivamente. El total de los alimentos con cereales totales, fueron menos consumidos por los participantes de mayor edad (-9,8 gramos al día) y por las mujeres (-9,9 gramos al día), y más consumidos por los de la categoría socioeconómica más baja (24,8 gramos al día). Los alimentos que contenían CGE fueron más consumidos por los participantes de mayor edad (3,3 gramos al día) y las mujeres (4,0 gramos al día), mientras que los de la categoría socioeconómica más baja consumían 2,9 gramos al día menos. Los principales contribuyentes a la energía proporcionada por los alimentos que contenían CGE fueron la avena, la masa harina, el pan integral, las patatas fritas de maíz y las galletas de trigo.
Para profundizar
Las estrategias más prometedoras para promover el consumo de CGE son todavía escasas, pero están aumentando a nivel mundial. Se han descrito recientemente, las iniciativas de países como Dinamarca, Filipinas, Singapur y Estados Unidos, que podrían adaptarse a las poblaciones latinoamericanas. En particular, la campaña de Filipinas animaba a los consumidores a cambiar el arroz blanco por el integral mediante un llamamiento a la responsabilidad social e incentivos financieros para la venta y la compra de arroz integral. Este caso es una referencia importante para los países latinoamericanos dado los esfuerzos centrados en el arroz, que era el principal contribuyente de la ingesta energética proporcionada por los CGE entre los países estudiados (más del 20% de la energía total) y se encuentra entre los cinco principales contribuyentes a los cereales en todos los países participantes.
El arroz blanco es de los alimentos comunes que contribuyen a la ingesta total de cereales junto con harina blanca, fideos, harina de maíz, diferentes tipos de panes y algunos alimentos típicos a base de cereales. Cada país tiene sus propias particularidades, pero los alimentos comunes que contribuyen al consumo total de cereales deben representar un vehículo para aumentar la ingesta de CGE entre las poblaciones latinoamericanas.
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Conclusiones
Según los datos de este estudio, la ingesta de alimentos a base de cereales representa una parte sustancial de la dieta de la población latinoamericana, pero la ingesta de alimentos con cereales integrales es extremadamente baja en todos los países evaluados. Los participantes de menor edad, los hombres y los sujetos con niveles socioeconómicos más bajos, consumieron más cantidad de cereales totales, mientras que se observó un patrón inverso en los alimentos integrales (fueron más consumidos por los participantes de mayor edad (35-65 años), las mujeres y sujetos con nivel siocioeconómico más alto). Estos resultados apoyan la realización de intervenciones futuras y acciones políticas destinadas a incrementar la ingesta de cereales de grano entero en población latinoamericana.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo y obtener más información, puede entrar en el siguiente enlace:
https://academic.oup.com/jn/advance-article/doi/10.1093/jn/nxab177/6311830