Se ha publicado recientemente en la revista Food Function, una revisión sistemática (RS) y un metanálisis de las evidencias científicas sobre la asociación del consumo de carne y pescado en la dieta con el deterioro cognitivo neurodegenerativo. Esta revisión se trata de una RS actualizada y un metanálisis de dosis-respuesta de 24 estudios de cohortes prospectivos.
A continuación, os mostramos un resumen de la revisión que han elaborado estos autores. La autoría original de esta publicación corresponde a Wei Quan, Yang Xu, Jie Luo, Maomao Zeng, Zhiyong He, Qingwu Shen y Jie Chen.
Para comenzar
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número global de personas con trastornos cognitivos aumentó de 20,2 millones en 1990 a 43,8 millones en 2016. Dentro de estos trastornos, están incluidos la enfermedad de Alzheimer, la demencia y el deterioro cognitivo. La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por los depósitos de placas amiloides y proteína dentro de las neuronas del cerebro. La demencia se caracteriza por la pérdida de memoria y la función cognitiva, lo que puede interferir en la capacidad para vivir en forma independiente. Entre la patogenia de los trastornos cognitivos neurodegenerativos se encuentran los factores genéticos y ambientales como la dieta.
Objetivo
Los autores de esta investigación diseñaron esta RS y metanálisis con el objetivo de actualizar la evidencia sobre la asociación entre la ingesta de diferentes tipos y cantidades de carnes y pescado con el riesgo de trastornos cognitivos neurodegenerativos.
Metodología
En esta investigación, se realizó una búsqueda sistemática de estudios de cohortes prospectivos en PubMed, Embase, MEDLINE de artículos publicados en inglés. La búsqueda se actualizó en diciembre de 2021.
Principales resultados
Los autores de esta RS y metanálisis incluyeron 24 estudios en la RS, con más de 500.000 participantes de 11 países. La mayoría de los estudios incluyeron participantes de más de 60 años y la duración del seguimiento varió de 1,5 a 22 años. Se utilizaron diferentes pruebas para valorar la función cognitiva como MMSE, DSM-IV, DSM-IIIR, NINCDS/ADRDA, OCDS e ICD-10. Las estimaciones de las ingestas dietéticas se recopilaron utilizando cuestionarios de frecuencia de alimentos semicuantitativos, recordatorios de 24 h y registro de alimentos de 7 días.
En los principales resultados de este metanálisis se observó que la ingesta de 50 g de carne total aumentó el riesgo de deterioro cognitivo neurodegenerativo, RR = 1,03 (intervalo de confianza, IC 95%: 1,00-1,05) y en el caso de la carne procesada, RR = 1,12 (IC 95%: 1,08-1,17). Sin embargo, un consumo de 50 g de pescado se asoció con un menor riesgo de deterioro cognitivo neurodegenerativo con un RR = 0,97 (IC 95%: 0,94-0,99) y para la carne de ave RR = 0,95 (IC 95%: 0,90-0,99).
Para profundizar sobre el tema
Las carnes magras son ricas en proteínas y aminoácidos esenciales, nutrientes importantes para la salud. Una ingesta adecuada de proteínas disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en personas mayores, ya que este macronutriente presenta un efecto protector. Además, algunos aminoácidos esenciales son importantes en la síntesis de neurotransmisores en el cerebro. Un consumo bajo de carne roja puede incrementar el riesgo de deficiencia de hierro hemo (que representa el 95% del hierro funcional en humanos) y que podría estar asociado con una disminución de determinados procesos cognitivos y una mayor incidencia de demencia. La tiamina o vitamina B1 es un nutriente esencial presente en los productos cárnicos, el cual está involucrado en las funciones metabólicas y celulares del cerebro, especialmente para la producción de algunos neurotransmisores, como la acetilcolina y GABA.
Las carnes rojas y procesadas contienen altos niveles de nitratos y nitritos, lo que puede incrementar el estrés oxidativo y la activación de citoquinas proinflamatorias que podrían estar involucradas en el desarrollo de la demencia. Además, las carnes procesadas suelen tener un alto contenido de sodio, lo que incrementa la presión arterial sistólica, reduciendo el flujo sanguíneo cerebral y podría incrementar el riesgo de déficit cognitivo.
Para complementar
Si te interesa y quieres conocer como se hace una revisión sistemática y cómo se debe interpretar un metaanálisis, puedes consultar nuestro curso realizado por la FINUT junto con el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP). Toda la información en el siguiente enlace: https://www.finut.org/cursos_online/curso-revisiones-sistematicas-y-metaanalisis/
Conclusión
Según las evidencias de esta RS y metanálisis, se observa que el consumo de pescado y de carne de ave, disminuye el riesgo de deterioro cognitivo neurodegenerativo y demencia en personas mayores. El aumento de la ingesta de carnes procesadas (la cual presenta un contenido alto de sodio y de nitratos y nitritos) incrementa el riesgo de déficit cognitivo y de desarrollar demencia.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://pubs.rsc.org/en/Content/ArticleLanding/2022/FO/D2FO03168J