El aumento de la enfermedad de Alzheimer (EA) y su impacto social y económico han impulsado la búsqueda de estrategias preventivas para retrasar su aparición. Entre ellas, la nutrición ocupa un papel clave: una dieta rica en frutas, verduras y pescado se asocia con mejor rendimiento cognitivo y menor riesgo de EA.
Gracias a los avances científicos, hoy se conocen mejor los mecanismos neuroprotectores de ciertos nutrientes que se acumulan en el cerebro y cumplen funciones esenciales. Destacan los ácidos grasos omega-3, los. . .
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