Recientemente, se ha publicado en European Journal of Nutrition, un artículo sobre una revisión actualizada de la evidencia actual de los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP), enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y microbiota intestinal.
A continuación, os mostramos un resumen del artículo de estos autores y algunas de las partes más interesantes. La autoría del artículo original corresponde a Catarina D. Simões, Marta Maganinho y Ana S. Sousa.
Para comenzar
Basado en la hipótesis de los FODMAP, la dieta baja en FODMAP se ha propuesto como un enfoque terapéutico potencial para la EII con resultados prometedores en el manejo de esta enfermedad. Sin embargo, esta dieta implica una importante restricción específica de alimentos, lo que potencialmente aumenta el riesgo de deficiencias nutricionales y puede agravar la disbiosis de la microbiota intestinal de los sujetos que padecen EII.
El objetivo de esta investigación
El objetivo del presente estudio fue revisar el efecto de los FODMAP individuales en la microbiota intestinal humana. Además, esta revisión narrativa proporciona una visión general actualizada del uso de la dieta baja en FODMAP en la EII, en relación con la implementación, las ventajas, las limitaciones y los potenciales impactos en la microbiota intestinal.
Algunas cuestiones metodológicas
La estrategia de búsqueda se aplicó en las siguientes bases de datos, MEDLINE vía PubMed y Web of Science, utilizando las siguientes palabras clave: EII, FODMAP, fructosa, lactosa, polioles, fructooligosacáridos (FOS), galactooligosacáridos (GOS), dieta baja en FODMAP y microbiota intestinal.
Principales resultados
Según las evidencias científicas actuales, se sugiere que la dieta baja en FODMAP puede mejorar eficazmente algunos resultados clínicos de enorme relevancia en el tratamiento de la EII y asegurar una mejor calidad de vida para los pacientes con esta enfermedad. Sin embargo, hay evidencias que ponen de relieve algunas cuestiones preocupantes, en particular la adecuación de la dieta y el impacto en la microbiota intestinal. Los distintos tipos de FODMAP modulan de forma considerablemente diferente la microbiota intestinal.
Aplicación y perspectivas de futuro
Según la evidencia actual, una intervención personalizada y el seguimiento frecuente de los pacientes con EII que siguen una dieta baja en FODMAP, es de suma importancia en la práctica clínica. Durante la fase de exclusión de la dieta baja en FODMAP, es fundamental establecer las cantidades adecuadas de hidratos de carbono de fermentación lenta, proteínas y el tipo de aminoácidos que se deben consumir para minimizar los efectos potencialmente dañinos de la fermentación de las proteínas. En cuanto a la aplicación de la dieta, la gestión de la enfermedad debe lograrse con una restricción dietética adecuada para evitar más consecuencias perjudiciales, especialmente en la adecuación nutricional y en la microbiota intestinal.
Son necesarios más estudios para caracterizar mejor la relación entre la dieta, la microbiota intestinal y la EII para apoyar la generalización de este enfoque en la práctica clínica en el tratamiento y el control de esta enfermedad.
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Conclusión
El tratamiento de la EII debe realizarse con la menor restricción dietética posible para evitar consecuencias perjudiciales, siendo fundamental individualizar y llevar un seguimiento estricto. Son necesarias más investigaciones para estudiar mejor las asociaciones entre los patrones de alimentación, la microbiota intestinal y la EII para contribuir a mejorar este enfoque en la clínica.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalle sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://link.springer.com/article/10.1007/s00394-021-02755-1?fbclid=IwAR0ejuLuGpT-yEn3mEnRnTpjYyuhSpS4wrgzqbqKdiMPx6H97Zuj1ZSides