Recientemente se ha publicado en la revista Nutrients, una revisión de alcance (Scoping Review) sobre si se tiene en cuenta el gasto energético o la actividad física cuando se mide la ingesta energética, una revisión de la literatura desde 1975 a 2015.
Para comenzar
Los cambios sanitarios que el ser humano ha realizado durante el siglo XX asociados a la alimentación y a la nutrición, como por ejemplo las transformaciones que van desde la desnutrición hasta la obesidad, siguen más presentes que nunca hoy en día. La ingesta energética total es un factor que contribuye y, por lo tanto, una cuestión a estudiar de forma muy detallada dentro de las ciencias de la nutrición. Sin embargo, el gasto energético no se ha considerado habitualmente como un factor a tratar en esta temática.
Objetivo de esta investigación
Este estudio tuvo como objetivo revisar si los estudios realizados en adultos consideraban datos sobre la ingesta dietética, concretamente sobre la ingesta energética total y si incluían datos sobre el gasto energético y la actividad física
Algunas cuestiones metodológicas y principales resultados destacables
Se realizó una búsqueda en MEDLINE desde 1975 hasta diciembre de 2015. La revisión de alcance (Scoping Review) consistió en una búsqueda con palabras clave relacionadas con la ingesta energética, las dietas y los requerimientos nutricionales.
De los 2229 artículos recopilados, se incluyeron finalmente 698 artículos que cumplían los criterios de inclusión y calidad.
En estos estudios participaron un total de 2.081.824 adultos (53,7% mujeres). La mayoría de los estudios se habían realizado en EE. UU. (241), Canadá (42), Australia (30), Japón (32) y Brasil (14). En Europa, además del Reino Unido (64), los Países Bajos (31) y Francia (26) fueron los países en los que se habían realizado más investigaciones de este tipo, seguidos de Suecia (18), Dinamarca (17) y Francia (26). Los países mediterráneos estuvieron representados con 27 estudios. El 76,4% no incluía el gasto energético y el 93,1% no incluía la actividad física. Sólo el 23,6% de los estudios contenían tanto la ingesta energética como el gasto energético.
Para profundizar
Los autores de esta revisión de alcance (Scoping Review) indican que se percibió una gran diversidad metodológica, con más de 14 métodos diferentes relacionados con la ingesta energética y más de 10 en el caso del gasto energético. La actividad física sólo se analizó en escasos artículos y apenas se tuvo en cuenta para la interpretación de los datos y las conclusiones. Además, en general la actividad física se estimó mediante cuestionarios subjetivos.
Las encuestas dietéticas mostraron una gran diversidad en cuanto a la metodología, lo que dificulta la comparabilidad de los estudios. Por consiguiente, el gasto energético y la actividad física faltarían en alrededor del 80% de los estudios o no se han incluido en la interpretación de los resultados. Las conclusiones sobre la ingesta energética o la adecuación de la dieta en los adultos no deberían tomarse sin analizar el gasto energético y la actividad física. Por todo ello, los autores de este artículo insisten en la necesidad de un acuerdo metodológico y una estandarización respecto a la ingesta dietética y el gasto energético en los estudios nutricionales.
Conclusión
Los resultados de esta revisión de alcance se caracterizan por presentar una enorme diversidad relacionada con numerosas cuestiones metodológicas, lo que limita la comparabilidad de los estudios. El gasto energético y la actividad física no están correctamente analizados en alrededor del 80% de los artículos o no se incorporan en la interpretación de los resultados. Según los autores de esta investigación, la ingesta energética no debería estudiarse sin considerar el análisis del gasto energético y de la actividad física, debiéndose incluir en la descripción de los sujetos de los estudios.
Enlace a la referencia
Para acceder al artículo a texto completo y obtener más información, puede entrar en el siguiente enlace:
https://www.mdpi.com/2072-6643/13/9/3262