Recientemente, se ha publicado en Frontiers in Nutrition, un artículo sobre la disminución de la ingesta de sodio en México, con una propuesta muy interesante de intervenciones para disminuir la morbilidad y la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares (ECV).
A continuación, os mostramos un resumen del artículo de estos autores y algunas de las partes más interesantes. La autoría del artículo original corresponde a Ismael Campos-Nonato, Jorge Vargas Meza, Claudia Nieto, Ana Carolina Ariza y Simón Barquera.
Para comenzar
La hipertensión arterial (HTA) y las ECV son importantes problemas de salud pública en todo el mundo y en especial, en México. La ingesta elevada de sodio está relacionada con la HTA y con un mayor riesgo de padecer ECV. Los organismos internacionales sugieren consumir <2 g de sodio/día; sin embargo, la población de México consume cantidades superiores a las recomendadas: 3,1 gramos al día. Aunque se han realizado grandes esfuerzos para disminuir esta problemática, se necesitan un mayor número de intervenciones para mejorar la salud cardiovascular.
La importancia de esta investigación
Este informe de políticas ofrece una revisión de la situación actual del consumo de sodio en México y la importancia de por qué las personas que toman las decisiones deben considerar numerosas acciones para reducir el consumo. Las recomendaciones para disminuir la ingesta de sodio/sal incluyen:
- reformulación de alimentos ultraprocesados;
- promover el uso de etiquetas de advertencia;
- campañas de comunicación;
- reducción del uso de la sal de mesa y su monitorización;
Recomendaciones
Con el fin de reunir las mejores estrategias para reducir el consumo de sodio en la población, la Organización Panamericana de la Salud ha publicado recientemente la guía SHAKE. Los autores de esta publicación han presentado algunas de las intervenciones más destacables teniendo en consideración la importancia en el contexto de México:
– Según la OMS y la Asociación Americana del Corazón es importante reducir la ingesta de sodio en adultos a <2 g/día (5 g/día de sal) para prevenir la HTA y el riesgo de ECV.
– Las guías alimentarias para población mexicana deben seguir incluyendo una recomendación de reducir el consumo de sal/sodio en la primera infancia. Esta medida contribuirá a que los niños aprendan a disfrutar de los sabores naturales, con el objetivo de disminuir el consumo excesivo de sal/sodio en la edad adulta. Las recomendaciones apoyarán el diseño de otras políticas.
– Es debe promover la reducción de la sal de mesa en las preparaciones y el consumo de alimentos desde las primeras etapas de la vida, así como evitar los alimentos que contienen grandes cantidades de sodio, mediante campañas que fomenten las modificaciones de las conductas e incrementen los conocimientos sobre los problemas de salud asociados al consumo de este componente dietético. Esta acción es importante ya que parte de la población mexicana no sabe cuál debe ser su ingesta al día de sodio/sal y no es consciente de las consecuencias en la salud.
– México implementó un sistema obligatorio de etiquetado de advertencia para los productos industrializados. Es importante promover el uso de este sistema de etiquetado para reducir la elección y el consumo de productos que contienen cantidades excesivas de sodio. Esta acción es importantísima, ya que los alimentos procesados y ultraprocesados son las principales fuentes de sodio.
– Es importante promover estrategias de reformulación de alimentos procesados y ultraprocesados que contienen grandes cantidades de sodio. Aunque puede ser un reto para la industria alimentaria reducir la cantidad de sodio, algunos productores de alimentos industrializados han podido hacerlo para evitar las etiquetas de “exceso de sodio” en sus productos. Esta reformulación debe ajustarse a los parámetros de sodio de la OMS para cumplir con las normas impuestas por los organismos internacionales. Algunos países latinoamericanos han logrado implementar esta acción.
– Es importante fomentar el uso de alternativas de sal añadida a los alimentos para reducir la cantidad de sodio que consume la población.
– La OMS sugiere el seguimiento de forma exhaustiva de la ingesta de sodio y sus fuentes. También recomiendan el seguimiento y la evaluación de programas y acciones que se han instaurado para reducir sodio. Esto permite rediseñar los programas, proporcionando evidencias para futuras intervenciones.
Conclusión
Si se aplica un conjunto de estas intervenciones con una estrategia integral, el consumo de sodio en la población de México podría acercarse al recomendado por la OMS. Dado la salud cardiovascular actual de este país, se necesitan urgentemente acciones y estrategias de reducción de la ingesta de sodio en la población para mejorar la morbilidad y mortalidad.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalle sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2022.857818/full