La semana pasada, fue publicada en la revista The Lancet Public Health una cohorte prospectiva y un metanálisis donde los autores buscaban relacionar el consumo de carbohidratos en distintas proporciones dentro de la dieta y su relación con la mortalidad.
Los autores resaltan que, mientras las guías alimentarias se enfocan en reducir el consumo de grasas totales por debajo del 30% y de saturadas y grasas trans sustituyéndolos por carbohidratos, en la práctica, las dietas bajas en carbohidratos que los sustituyen por proteínas o grasa han ganado popularidad por su habilidad de inducir resultados de pérdida de peso a corto plazo; pero, ¿cuáles son los efectos de estos cambios a largo plazo? Al parecer varios estudios realizados en Europa y Estados Unidos sugieren una asociación del bajo consumo de carbohidratos con un incremento en la mortalidad.
El trabajo presenta un estudio longitudinal que hace un seguimiento de un promedio de 25 años, para examinar la asociación del consumo de hidratos de carbono con mortalidad en 4 comunidades en Estados Unidos y con personas de diversos niveles socioeconómicos, además incorpora sus resultados a un metanálisis que incluyó los resultados de otras 7 cohortes en Norte América, Europa y Asia (432,179 participantes y 40,181 muertes).
Al analizar el consumo total de hidratos de carbono sin tomar en cuenta las fuentes de los mismos, las dietas con elevado (>70%) o bajo (<40%) porcentaje de energía proveniente de carbohidratos fueron asociadas a un incremento de la mortalidad, con el riesgo mínimo de mortalidad cuando el porcentaje de energía proveniente de carbohidratos fue de 50-55%.
Los patrones de dieta que sustituían los carbohidratos con proteína o grasa animal se asociaron con un elevado riesgo de mortalidad; sin embargo, esta asociación fue inversa cuando la energía de los carbohidratos se sustituyó por grasa o proteína de fuentes vegetales.
Una de las principales conclusiones del estudio es la sugerencia de no promover dietas altas en proteínas y grasas de origen animal para sustituir la ingesta de carbohidratos, especialmente en Norte América y Europa, donde son muy utilizadas. Además, los investigadores concluyeron que la sustitución de carbohidratos por fuentes de grasa y proteína vegetal puede ser considerada como un enfoque a largo plazo para promover un envejecimiento saludable
Referencia:
Seidelmann SB, Claggett B, Cheng S, Henglin M, Shah A, Steffen LM, Folsom AR, Rimm EB, Willett WC, Solomon SD. Dietary carbohydrate intake and mortality: a prospective cohort study and meta-analysis. Lancet Public Health. 2018 Aug 16. pii: S2468-2667(18)30135-X. doi: 10.1016/S2468-2667(18)30135-X. Enlace a la publicación
Los autores resaltan que, mientras las guías alimentarias se enfocan en reducir el consumo de grasas totales por debajo del 30% y de saturadas y grasas trans sustituyéndolos por carbohidratos, en la práctica, las dietas bajas en carbohidratos que los sustituyen por proteínas o grasa han ganado popularidad por su habilidad de inducir resultados de pérdida de peso a corto plazo; pero, ¿cuáles son los efectos de estos cambios a largo plazo? Al parecer varios estudios realizados en Europa y Estados Unidos sugieren una asociación del bajo consumo de carbohidratos con un incremento en la mortalidad.
El trabajo presenta un estudio longitudinal que hace un seguimiento de un promedio de 25 años, para examinar la asociación del consumo de hidratos de carbono con mortalidad en 4 comunidades en Estados Unidos y con personas de diversos niveles socioeconómicos, además incorpora sus resultados a un metanálisis que incluyó los resultados de otras 7 cohortes en Norte América, Europa y Asia (432,179 participantes y 40,181 muertes).
Al analizar el consumo total de hidratos de carbono sin tomar en cuenta las fuentes de los mismos, las dietas con elevado (>70%) o bajo (<40%) porcentaje de energía proveniente de carbohidratos fueron asociadas a un incremento de la mortalidad, con el riesgo mínimo de mortalidad cuando el porcentaje de energía proveniente de carbohidratos fue de 50-55%.
Los patrones de dieta que sustituían los carbohidratos con proteína o grasa animal se asociaron con un elevado riesgo de mortalidad; sin embargo, esta asociación fue inversa cuando la energía de los carbohidratos se sustituyó por grasa o proteína de fuentes vegetales.
Una de las principales conclusiones del estudio es la sugerencia de no promover dietas altas en proteínas y grasas de origen animal para sustituir la ingesta de carbohidratos, especialmente en Norte América y Europa, donde son muy utilizadas. Además, los investigadores concluyeron que la sustitución de carbohidratos por fuentes de grasa y proteína vegetal puede ser considerada como un enfoque a largo plazo para promover un envejecimiento saludable
Referencia:
Seidelmann SB, Claggett B, Cheng S, Henglin M, Shah A, Steffen LM, Folsom AR, Rimm EB, Willett WC, Solomon SD. Dietary carbohydrate intake and mortality: a prospective cohort study and meta-analysis. Lancet Public Health. 2018 Aug 16. pii: S2468-2667(18)30135-X. doi: 10.1016/S2468-2667(18)30135-X. Enlace a la publicación