La revista Journal American Medical Association ha publicado recientemente un artículo corto que resume los puntos de vista de algunos investigadores punteros sobre el tema de los lácteos y la evidencia científica en relación a su consumo, sus efectos en la salud y numerosas cuestiones metodológicas de máxima importancia respecto al estudio de este tema.
La recomendación de los lácteos bajos en grasa y otras cuestiones importantes
Desde hace 40 años en la mayor parte de las recomendaciones dietéticas, se proponía el consumo de productos lácteos bajos en grasa o sin grasa para la mayor parte de la población, exceptuando los niños pequeños. Esta recomendación general, estaba basada fundamentalmente en el objetivo de reducir la ingesta de grasas saturadas y por ende, disminuir el consumo de calorías totales de la dieta.
Por otra parte, según la evidencia científica actual, en algunas investigaciones se ha observado cómo el consumo de leche entera, yogur entero y queso, podría ser igual de saludable que sus versiones con bajo contenido en grasa o sin grasa. Por consiguiente, está siendo muy cuestionado por numerosos autores la recomendación de evitar los lácteos enteros, a la vez que según algunos otros investigadores tampoco habría suficiente evidencia en la actualidad, para recomendar los lácteos enteros.
En este artículo, algunas de las cuestiones importantes que han sido tratadas, es la importancia del estudio de los nutrientes desde el punto de vista de la fuente alimenticia que aportaría ese nutriente, no encontrándose el mismo efecto en salud si proceden de alimentos distintos. Otra consideración de máxima relevancia, sería el estudio del tipo de producto lácteo (leche, yogur o queso), ya que podrían no tener el mismo efecto en la salud los diferentes derivados lácteos. También es destacable recalcar la importancia del estudio del patrón dietético completo en el que se engloban el consumo de productos lácteos.
La importancia de los biomarcadores en epidemiología nutricional
En la mayor parte de los estudios epidemiológicos observacionales, se estima el consumo diario de lácteos mediante cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos y otros métodos de medida de la ingesta dietética, obteniendo información respecto a la ingesta del año anterior. Hay que tener presente que el consumo de alimentos autoreportados son susceptibles de errores y sesgos, así como otros errores de medida, relacionados con la declaración de las poblaciones de estudio.
Una medida para mejorar esta estimación del consumo de alimentos, es el estudio de su relación con biomarcadores y de esta forma, mejorar la precisión. En este caso al tratarse de consumo de lácteos, se podría medir los biomarcadores circulantes de ácidos grasos, pudiéndose realizar esta medida al comienzo del estudio y en otros meses, según las necesidades o los objetivos de los investigadores. Estos biomarcadores se pueden asociar con el aumento o la disminución del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas o con la mortalidad global por todas las causas.
Por otra parte, hay que destacar que otros componentes en este caso de los lácteos (como las proteínas, la lactosa o los minerales) podrían confundir los resultados encontrados. En algunos estudios, ya se ha asociado el consumo de este grupo de alimentos con la disminución del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico. Los biomarcadores son medidas muy adecuadas, aunque también presentan limitaciones, ya que, por ejemplo, algunos ácidos grasos también se producen de forma endógena y estarían condicionados por otras características dietéticas. Sin embargo, aunque los biomarcadores no son perfectos, sí que son medida hacia una aproximación del conocimiento más adecuada.
En este artículo, también se comentan algunas de las limitaciones que pueden presentar los estudios observacionales, así como particularidades metodológicas de algunos estudios llevados a cabo sobre el consumo de lácteos y salud.
¿Llegó el momento de cambiar las pautas dietéticas?
Cada 5 años se publican las Dietary Guidelines for Americans (DGA) por parte del Departamento de Agricultura y del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Según algunas investigaciones, podría ser el momento de revisar las recomendaciones respecto a los lácteos que se han realizado desde hace años, recomendación respecto a su consumo sin grasa o bajos en grasa para la mayor parte de la población. Esta consideración podría tenerse en cuenta para su posible reincorporación en las nuevas recomendaciones de la próxima edición de estas guías dietéticas (DGA, 2020-2025). Sin embargo, según la evidencia científica y gran parte de los investigadores pioneros en esta temática, es necesaria más investigación para seguir estudiando los efectos en la salud de los diferentes tipos de lácteos, así como su estudio junto a patrones completos.
Enlace a la referencia
Para profundizar respecto a algunas cuestiones sobre este tema, puede consultarse el siguiente enlace: https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2718080
¿Lácteos enteros o sin grasa? El debate continúa
- diciembre 26, 2018
- 11:28 am