Se ha publicado recientemente en Trends in Neurosciences un artículo sobre la relación de la vitamina D en la plasticidad sináptica, funciones cognitivas y enfermedades neuropsiquiátricas.
Vitamina D y funciones cerebrales
La vitamina D desempeña numerosas funciones en la fisiología cerebral, entre las que son destacables la modulación de la plasticidad sináptica. La evidencia científica actual sugiere que la deficiencia de vitamina D afecta a múltiples procesos cerebrales, incluido el funcionamiento cognitivo tanto en personas sin patologías crónicas como en sujetos que padezcan enfermedades neuropsiquiátricas. Sin embargo, los mecanismos subyacentes, en parte, son aún desconocidos. En numerosos estudios se ha observado cómo el déficit de este micronutriente influye en la plasticidad sináptica, como es el caso de los canales activados por el calcio y la regulación de numerosos neurotransmisores.
Nuevos conceptos
Un concepto que ha surgido en los últimos años es que la deficiencia de vitamina D podría debilitar la integridad de las redes perineurales. Se ha observado que las redes perineurales presentan funciones esenciales en numerosos procesos cognitivos, entre los que son destacables algunas relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Por lo tanto, es probable que la desregulación de las redes perineurales puedan alterar las funciones del circuito neuronal y, por consiguiente, supongan alteraciones cognitivas.
Vitamina D y enfermedades neuropsiquiátricas
El estudio de los mecanismos moleculares que sustentan las funciones de la vitamina D relacionadas con alteraciones neuropsiquiátricas, es fundamental. Las estrategias preventivas y de intervención en este tipo de pacientes es necesaria en sujetos con trastornos asociados a la edad, así como otras enfermedades psiquiátricas no asociadas al proceso de envejecimiento como tal, como es el caso de la esquizofrenia.
Deficiencia de vitamina D
Más de mil millones de personas en todo el mundo sufren deficiencia de vitamina D, siendo uno de los micronutrientes más críticos en muchas poblaciones. Se ha observado en numerosos estudios cómo la vitamina D se asocia con un aumento del riesgo de deterioro cognitivo.
La matriz extracelular se ha convertido en una pieza clave en relación con la plasticidad sináptica. Una hipótesis que está cobrando especial relevancia es que la vitamina D puede interactuar con los diferentes componentes de la matriz extracelular y las redes perineuronales, regulando por ende la plasticidad cerebral. La desregulación de las redes perineuronales pueden ser causadas por el déficit de vitamina D, lo que contribuiría a un aumento del riesgo de desarrollar alteraciones cognitivas.
Conclusiones
El estudio de los mecanismos moleculares que apoyan las funciones de la vitamina D en la plasticidad cerebral y la cognición podría ayudar a identificar nuevas formas de tratar alteraciones cognitivas en numerosas enfermedades neuropsiquiátricas.
Enlace a la referencia
Para acceder al artículo completo y conocer más detalles, puede consultar el siguiente enlace:
https://www.cell.com/trends/neurosciences/fulltext/S0166-2236(19)30006-2