El pasado mes de agosto se ha publicado en la revista Public Health Nutrition, un artículo que estudia la influencia de la dieta de familiares y amistades así como su relación con la calidad de la dieta de adolescentes.
El objetivo principal del trabajo fue estudiar la asociación de la calidad de la dieta de adolescentes y su percepción acerca de la calidad de la dieta de su entorno y la frecuencia con la que se ven influenciados por éste para seguir una dieta de buena calidad.
Se trata de un estudio observacional transversal realizado en diferentes países europeos, concretamente en Austria, Bélgica, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Alemania, España y Suecia, en una muestra de 2.943 adolescentes sanos pertenecientes al estudio HELENA (Healthy Lifestyle by Nutrition in Adolescence). Se ha utilizado un índice para valorar la calidad global de la dieta específicamente desarrollado para adolescentes (DQI-A). Este índice evalúa aspectos concretos como la calidad, diversidad, equilibrio y frecuencia de las comidas. De manera separada, se realizaron una serie de preguntas a los sujetos para evaluar el compromiso de su entorno a llevar una dieta de calidad y la frecuencia con la que este entorno influye en ellos para seguirla.
Más compromiso de padres y madres, mejor dieta:
Algunos de los principales resultados de este trabajo muestran cómo el nivel de compromiso de los familiares más cercanos, se asociaba de forma positiva con una mayor calidad de la dieta según la puntuación de ese índice de forma global y todos sus componentes.
Para un adolescente, su mejor amigo, influye negativamente en la calidad de su dieta, ¿y su familia?, positivamente:
Se observó cómo una peor calidad de la dieta (según el DQI-A) se relacionaba con el estímulo que procedía de su mejor amig@ y una mejor calidad de la dieta se relacionaba con los estímulos de familiares como la madre y del padre. Una dieta más diversa, equilibrada y, en general de mayor calidad, estaba relacionada con los estímulos procedentes de la madre y el padre. Sin embargo, el estímulo de su mejor amig@ se asoció a una peor frecuencia alimenticia.
Principales conclusiones: las relaciones sociales representan una gran influencia en los patrones de alimentación de las personas y, por lo tanto, en la calidad de la dieta global, en especial, en grupos muy vulnerables como son este colectivo (adolescentes). Para los adolescentes, el entorno es un pilar básico de cara a fomentar unos mejores hábitos dietéticos. Por lo tanto, los programas diseñados desde las políticas de salud pública para mejorar los hábitos relacionados con la dieta de adolescentes, deben igualmente considerar a sus familiares y a sus coetáneos en aras de asegurarse un mayor éxito en los resultados.
Referencia
Vanhelst J, Béghin L, Drumez E, Duhamel A, De Henauw S, Ruiz JR, Kafatos A, Manios Y, Widhalm K, Mauro B, Sjöström M, Kersting M, Gottrand F. Adolescents’ diet quality in relation to their relatives’ and peers’ diet engagement and encouragement: the Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence (HELENA) study.Public Health Nutr. 2018 Aug 10:1-10. doi: 10.1017/S1368980018001787.
Enlace al artículo: https://www.cambridge.org/core/journals/public-health-nutrition/article/adolescents-diet-quality-in-relation-to-their-relatives-and-peers-diet-engagement-and-encouragement-the-healthy-lifestyle-in-europe-by-nutrition-in-adolescence-helena-study/168300EAEEAB3A7B4F41B0C3CAF14A64
Familias y amigos: ¿cómo influyen en la dieta de los adolescentes?
- octubre 4, 2018
- 5:08 pm