Se ha publicado en la revista Medical Oncology, un artículo sobre los efectos a corto plazo de una intervención de estilo de vida paleolítico en pacientes con cáncer de mama que recibían radioterapia mediante los resultados de un estudio piloto y de viabilidad.
Para comenzar
Los principios evolutivos rara vez se tienen en cuenta en la oncología clínica. Aunque existen diversas variedades de dietas paleolíticas (DP), una característica común entre ellas es evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, así como de cereales, legumbres y productos lácteos. La justificación se basa en que estos alimentos no habrían contribuido de forma significativa a la dieta humana durante la mayor parte de la evolución de los seres humanos.
Dieta paleolítica y efectos en la salud
Las intervenciones con DP con 6 meses de duración, han mostrado efectos beneficiosos en las parámetros antropométricos, el peso corporal y la reducción de la masa grasa, así como en el metabolismo de la glucosa, especialmente en pacientes diabéticos. Además, los patrones alimentarios paleolíticos se han asociado con un incremento de la diversidad microbiana intestinal y la reducción de algunas enfermedades crónicas. Varios estudios han demostrado que una versión cetogénica de una PD que excluye todas las grasas vegetales y se centra en la de los animales, podría ejercer efectos beneficiosos frente al desarrollo de diferentes tumores. Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio clínico ha investigado el seguimiento de una PD durante un tratamiento estándar oncológico.
El objetivo de esta investigación
El objetivo de este estudio fue probar la viabilidad y los efectos de una intervención dietética y de actividad física basada en las consideraciones evolutivas en oncología.
Algunas cuestiones metodológicas importantes
Un total de 13 pacientes con cáncer de mama remitidas a un centro médico recibieron radioterapia. Las mujeres debían llevar a cabo una intervención de estilo de vida paleolítico que consistía en el seguimiento de una DP y la realización de actividad diaria al aire libre al menos 30 minutos de duración mientras se sometían a radioterapia. La composición corporal se midió de forma semanal mediante un análisis de bioimpedancia y se evaluaron los parámetros sanguíneos antes, durante y al final de la radioterapia. En este estudio de intervención, se contó con un grupo control con una dieta estándar no especificada que fue aparejado respecto al grupo de intervención.
Principales resultados
Un total de once pacientes completaron el estudio. La mayoría de las pacientes (un 64%) dijeron sentirse bien o muy bien durante la intervención. El grupo de intervención experimentó un descenso medio de 0,4 kg de peso corporal (valor p < 0,001) y 0,34 kg (valor p < 0,001) de masa grasa por semana. Por otra parte, la masa muscular libre de grasa y la masa muscular esquelética, no se vieron significativamente afectados. Los niveles de vitamina D aumentaron ligeramente de 23,8 (11-37,3) µg/ml a 25,1 (22,6-41,6) µg/ml (valor p = 0,053). Los niveles de β-hidroxibutirato aumentaron de forma significativa y los niveles de triglicéridos y de la hormona T3 libre, se redujeron significativamente por la intervención con la DP.
Investigaciones futuras
Este estudio piloto muestra que la adopción de una intervención con DP y actividad física durante la radioterapia en pacientes con cáncer de mama es factible y capaz de reducir la masa grasa. La actividad diaria al aire libre podría disminuir la deficiencia de vitamina D (vitamina D < 20 µg/ml). Sin embargo, se necesita la realización de más estudios en el futuro para confirmar estos hallazgos.
Los niveles de vitamina D aumentaron ligeramente y algunos parámetros metabólicos de la sangre mejoraron. En este estudio se ha observado que la actividad diaria al aire libre durante la primavera y principios del verano podría eliminar la deficiencia de vitamina D, pero probablemente, no sea suficiente para elevar los niveles de vitamina D por encima del umbral recomendado de 40 µg/ml.
Una de las principales fortalezas de este estudio es que el grupo de intervención pudo ser emparejado con un grupo control con características de base similares mediante la propensión, simulando así una aleatorización. También es necesario mencionar que en general, el tratamiento y, por tanto, el tiempo de estudio, fueron probablemente demasiado cortos como para poder observar cambios más pronunciados.
Conclusión
Este estudio piloto ha podido confirmar un efecto en la reducción de peso y en la adiposidad de una intervención basada en el estilo de vida de la Dieta Paleolítica aplicada en pacientes con cáncer de mama que reciben radioterapia. Dado que la intervención es segura y factible, podría probarse en estudios más amplios e idealmente durante periodos de tiempo más largos.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo, puede entrar en el siguiente enlace:
https://link.springer.com/article/10.1007/s12032-020-01443-0