Recientemente se ha publicado un artículo sobre el metabolismo de la vitamina K como un factor potencial relacionado con el daño pulmonar y el tromboembolismo en pacientes con coronavirus.
Para comenzar
La enfermedad del coronavirus 2019 (la COVID-19), está causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2). Esta enfermedad presenta efectos de gran alcance en la salud pública, lo que ha tenido graves consecuencias tanto desde el punto de vista de la salud como de los factores socioeconómicos. La mayoría de las personas infectadas presentan síntomas leves o moderados, pero una porcentaje significativo desarrolla un fallo respiratorio debido a la neumonía. La trombosis es otra manifestación frecuente de los pacientes con la COVID-19 que incrementa el riesgo de padecer numerosas condiciones relacionadas con la salud.
Sobre la vitamina K y la proteína Matrix Gla
La vitamina K presenta un papel crucial en la activación de los factores pro y anticoagulantes en el hígado y en la activación de los factores de síntesis extrahepáticos de la proteína S, que podría presentar una función importante en la prevención de la trombosis local. Sin embargo, el papel de la vitamina K va más allá de la coagulación, presentando numerosos efectos interesantes.
La proteína Matrix Gla (MGP) es un inhibidor dependiente de la vitamina K de la calcificación de los tejidos blandos y de la degradación de las fibras elásticas. Esta proteína MGP pertenece a una familia de proteínas dependientes de la vitamina K2. La MGP presenta una unión de alta afinidad a los iones de calcio, lo que hace que actúe como inhibidor de la mineralización vascular y que presente un papel fundamental en la salud ósea. La MGP se encuentra en varios tejidos corporales y su ARNm está presente en los huesos y en diferentes órganos del organismo. En el hueso está presente junto con la proteína osteocalcina dependiente de vitamina K2.
Algunos resultados importantes
Se ha demostrado una insuficiencia grave de vitamina K extrahepática recientemente en pacientes con la COVID-19, con altos niveles de MGP inactiva que se correlacionan con las tasas de degradación de las fibras elásticas. Estos resultados sugieren que una activación de la MGP dependiente de la vitamina K, deja las fibras elásticas sin protección contra la proteólisis inducida por la COVID-19. En comparación de la MGP, los pacientes que padecen coronavirus presentan niveles normales de factor II activado, lo que está en consonancia con las observaciones anteriores de que la vitamina K es transportada de forma preferente al hígado para la activación de los factores procoagulantes. Por consiguiente, es esperable que la activación de la proteína endotelial S dependiente de la vitamina K pudiera estar también comprometida, lo que sería compatible con una un mayor riesgo de trombogenicidad. La proteína S, dependiente de la vitamina K, es un cofactor de la degradación mediada por la proteína C activada de los factores Va y VIIIa.
Recopilando todos los datos de esta investigación, se propone un mecanismo potencial relacionado con la neumonía y que podría inducir el agotamiento de la vitamina K, lo que provocaría una disminución de la MGP activada y de la proteína S, incrementando el daño pulmonar y la coagulopatía. Sin embargo, es necesario realizar más estudios de intervención para evaluar si la administración de vitamina K desempeñaría una función en la prevención y en el tratamiento por la COVID-19 en sus formas más graves.
Líneas de investigación futuras
Debido a los efectos de la crisis sanitaria actual, es necesario realizar una evaluación exhaustiva del potencial terapéutico de la vitamina K en la patogénesis de la COVID-19. A diferencia de otras estrategias de tratamiento que se está desarrollando actualmente para esta enfermedad, como la dexametasona, la vitamina K no tiene ningún efecto desfavorable conocido. Además, es relativamente simple y barata de fabricar, al contrario que otras terapias como el remdesivir. Por consiguiente y teniendo en cuenta la pandemia actual, la eficacia del tratamiento con este micronutriente, podría ser evaluada de forma rápida desde el punto de vista clínico y económico y ser fácilmente implementada.
Conclusión
Esta investigación propone un mecanismo potencial relacionado con la neumonía y que podría inducir el agotamiento de la vitamina K, lo que provocaría una disminución de la proteína Matrix Gla activada y de la proteína S, incrementando el daño pulmonar y la coagulopatía. El papel potencial de los suplementos de vitamina K para prevenir el desarrollo y la progresión de la enfermedad de la COVID-19 podría ser una estrategia para tener en cuenta en investigaciones futuras.
Enlace a la referencia
Para acceder a más información y obtener la publicación a texto completo, puede entrar en el siguiente enlace:
https://www.cambridge.org/core/journals/british-journal-of-nutrition/article/vitamin-k-metabolism-as-the-potential-missing-link-between-lung-damage-and-thromboembolism-in-covid19/C3E7267D0D19B048E1D8AB9D83754CFC