Recientemente se ha publicado en la revista European Journal of Nutrition, un artículo de los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Jóvenes de Israel sobre el consumo de lácteos y su asociación con la estatura en adolescentes.
Para comenzar
Pocos estudios han examinado de forma específica la relación entre la ingesta de leche y la estatura en adolescentes. Muchos de estos resultados, han obtenidos hallazgos no concluyentes. Según, lo que indican los autores de esta investigación, hasta donde se sabe no se ha llevado a cabo ningún estudio en jóvenes israelíes. Un estudio anterior ha examinado a adolescentes y adultos jóvenes, observándose una reducción significativa de la estatura final en los pacientes con alergia a la leche de vaca en comparación con los controles de la misma edad y sexo que consumían de forma habitual lácteos. Sin embargo, la relación entre el consumo de leche y la estatura, aún no se ha descrito.
Justificación y objetivo de esta investigación
El presente estudio ha querido investigar la relación entre el consumo de leche y productos lácteos y la estatura en adolescentes de secundaria de Israel, basándose en los datos de una encuesta nacional de salud y nutrición.
El consumo de leche se asocia a un aumento de la estatura principalmente en la primera infancia. Sin embargo, en los adolescentes, los datos son escasos y los resultados son inconsistentes. Dado que la estatura es un indicador de la salud y del bienestar general, este estudio ha evaluado la asociación de la ingesta de lácteos y la estatura en los adolescentes.
Principales cuestiones metodológicas importantes
Esta investigación se trató de un estudio transversal con una muestra de niños que iban a la escuela. La muestra estuvo formada por estudiantes de los grados 7º a 12º que participaron en la Encuesta Juvenil de Salud y Nutrición de Israel (2015-2016), que completaron cuestionarios autoadministrados, entre los que se incluían un cuestionario de frecuencia de alimentos semicuantitativo. Este cuestionario se realizó a 3529 sujetos (un 48% hombres y de edad, 15,2 ± 1,6 años) y también se realizaron mediciones antropométricas.
Las raciones de lácteos se calcularon como el equivalente en calcio de 1 taza de leche y el consumo se dividió en cuatro categorías, desde muy bajo (< 1 ración al día) a alto (más de 3 raciones al día). Se calcularon las puntuaciones z del IMC y de la altura para la edad (Height-for-age z scores, HAZs) según el estándar de crecimiento de la OMS. La estatura relativamente baja (relatively short stature, RSS) se definió como HAZ < – 0,7 desviaciones estándar (< del percentil 25). Respecto a los análisis estadísticos, se realizaron análisis multivariantes de regresión lineal y logística con el objetivo de evaluar la asociación de la ingesta de lácteos con la HAZ y la prevalencia de la RSS, respectivamente.
Algunos resultados
La mediana de consumo de productos lácteos fue de 2 raciones al día, 1,4 de productos no azucarados (leche, queso y yogur). Cuando se realizaron los análisis controlando por la edad, el sexo, las puntuaciones z del IMC y el estatus socioeconómico, cada incremento de la ingesta de productos lácteos no azucarados se asoció con una media de un 0,04 mayor de la HAZ (equivalente a 0,3-0,4 cm, valor p < 0,05), y con un menor riesgo de RSS: OR 0,90, IC del 95%: 0,84, 0,97, p < 0,01. No se encontraron estas asociaciones con los productos lácteos azucarados.
Por consiguiente, la ingesta de productos lácteos no azucarados estaba asociada de forma positiva con la estatura de los adolescentes de Israel y también con una reducción significativa del riesgo de baja estatura. La promoción del consumo de productos lácteos no azucarados parece contribuir a alcanzar el potencial de crecimiento de los adolescentes y a prevenir las consecuencias negativas a corto y largo plazo de un potencial genético de estatura no alcanzada. Aunque existe disponibilidad para consumir productos lácteos en Israel, aproximadamente solo una cuarta parte de los adolescentes de este estudio ingerían la cantidad recomendada de 3-4 raciones al día. Por consiguiente, los esfuerzos deberían centrarse en las poblaciones con mayor riesgo de tener una baja estatura, por ejemplo, los sujetos con escasos recursos socioeconómicos. Por todo lo anteriormente comentado, se justifica la realización de estudios de intervención para comprobar la relación causal de la ingesta de lácteos y el crecimiento en los adolescentes.
Puntos fuertes de este estudio
A continuación, se describen algunas de las fortalezas que han mencionado los autores de esta investigación. Los puntos fuertes de este estudio incluyen el uso de datos de una muestra representativa de adolescentes sanos. Las determinaciones de la altura fueron realizadas por personal formado y utilizando técnicas estandarizadas que proporcionan datos fiables y válidos. Respecto a la valoración de la ingesta dietética, se utilizó un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos semicuantitativo y se estimó la cantidad ingerida de varios tipos de leche y de productos lácteos. Además, la utilización de tamaños de ración estándar de lácteos equivalentes en sus componentes principales (energía, proteínas y calcio) permitió una interpretación y aplicación sencilla de los resultados obtenidos en esta investigación. Un último punto que merece la pena destacar, fue el uso de una clasificación sobre el estatus socioeconómico basada en los criterios del Ministerio de Educación de Israel, que hizo posible el ajuste de este potencial factor de confusión, evitando algunas imprecisiones que se producen cuando se autodeclara este tipo de información
Conclusión
Según los datos de este estudio, el consumo de productos lácteos no azucarados parece contribuir a alcanzar un mayor crecimiento potencial en los adolescentes. Se necesitan más estudios de intervención para determinar la relación causal entre la ingesta de lácteos y el crecimiento lineal.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo y obtener más detalles respecto a esta investigación, puede entrar en el siguiente enlace
https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs00394-021-02661-6