Se ha publicado recientemente en la revista Clinical Nutrition, una revisión sistemática (RS) y un meta-análisis sobre los efectos del entrenamiento físico en relación con los factores de riesgo del síndrome metabólico (SM). Esta RS se basa en evidencias procedentes de ensayos controlados aleatorizados (ECA).
A continuación, os mostramos un resumen de esta publicación. La autoría original de este artículo corresponde a Abbigail Tan, Rebecca L. Thomas, Matthew D. Campbell, Sarah L. Prior, Richard M. Bracken y Rachel Churm.
Antecedentes
Las alteraciones de los perfiles hormonales en la etapa de la mujer a la menopausia predisponen al padecer SM. En las mujeres en esta etapa del ciclo vital, esto puede verse agravado por el sedentarismo y la falta de practicar actividad física. La actividad física presenta numerosos beneficios para la salud, uno de ellos la mejora de los factores de riesgo del SM. Según los autores de esta investigación, aún no se ha dilucidado cómo pueden influir intensidades de ejercicio diferentes y su modo de realización, respecto a la mejora de los factores de riesgo de SM y su progresión.
El objetivo de esta investigación
El objetivo de esta RS y meta-análisis fue investigar los efectos y la eficacia del entrenamiento físico sobre los factores de riesgo de SM en mujeres en la posmenopausia.
Algunas cuestiones metodológicas importantes
Se realizaron búsquedas en diferentes bases de datos MEDLINE (PubMed), Scopus, Web of Science y el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) desde el inicio hasta el final de las bases, seleccionando ECA que investigaran el entrenamiento con ejercicio (duración de >8 semanas) en al menos uno de los factores de riesgo de SM en mujeres en la posmenopausia.
Para ello, los autores utilizaron el modelo de efectos aleatorios para calcular el tamaño del efecto global entre los grupos de práctica de ejercicio y los grupos control y estimaron las diferencias de medias estandarizadas apropiadas (DME) o diferencias de medias (DM) con sus intervalos de confianza (IC) al 95% para cada factor de riesgo de SM. En esta RS y meta-análisis, se realizaron análisis de subgrupos en función de la intensidad, la modalidad y la duración del ejercicio para cada factor de riesgo.
También los investigadores realizaron una metarregresión para covariables categóricas (estado de salud) y continuas (índice de masa corporal). En las RS, la metarregresión se define como un metanálisis que emplea el análisis de regresión para combinar, comparar y sintetizar los resultados de múltiples estudios, controlando por los efectos de las covariables sobre la variable respuesta.
Principales resultados encontrados
Los autores de esta RS y meta-análisis, identificaron 39 ECA (40 estudios) elegibles que consideraban un total de 2132 participantes. Según estos autores, en general, el metaanálisis muestró que el entrenamiento físico mejoró significativamente todos los factores de riesgo del SM:
- perímetro de cintura [DM: 2,61 cm; IC del 95%: 3,39 – 1,86 cm; valor p < 0,001; 21 estudios];
- triglicéridos [DME: 0,40 mmol/l; IC 95%: 0,71 – 0,09 mmol/l; valor p = 0,01; 25 estudios];
- HDL [DME: 0,84 mmol/l (IC 95%: 0,41 – 1,27 mmol/l; valor p < 0,001; 26 estudios];
- glucosa en ayunas [DME: 0,38 mmol/l (IC 95%: 0,60 – 0,16 mmol/l; valor p < 0,001; 20 estudios];
- presión arterial sistólica [DM: 5,95 mm Hg (IC del 95%: 7,98 – 3,92 mm Hg; valor p < 0,001; 23 estudios];
- presión arterial diastólica [DM: 4,14 mm Hg (IC del 95%: 6,19 – 2,08 mm Hg; valor p < 0,001; 23 estudios].
Los análisis de subgrupos identificaron que el entrenamiento físico de intensidad moderada y combinado mejoraba significativamente los factores de riesgo de SM (valor p < 0,05) excepto los niveles de HDL, siendo el ejercicio combinado el más eficaz. El entrenamiento físico en una duración mayor (12 semanas) también mejoró de forma significativa los factores de riesgo de SM, excepto los triglicéridos. La metarregresión no reveló efectos moderadores en ninguna de las variables de riesgo de SM.
Para profundizar
Esta RS y metaanálisis aporta nuevos hallazgos sobre los beneficios metabólicos del entrenamiento físico en mujeres en la posmenopausia. Según los autores de esta RS y meta-análisis, este estudio tiene muchos puntos fuertes, que se atribuyen a la inclusión de ECA sólo relevantes para la realización de este meta-análisis y la utilización de estudios con un enfoque de “intención de tratar” o con una tasa de adhesión del 80%. También un punto destacable, es la inclusión de análisis de subgrupos basados en la intensidad, la modalidad y la duración del entrenamiento para evaluar la eficacia del tipo de entrenamiento físico en relación a las variables de riesgo del SM.
Además, los investigadores han indicado algunas limitaciones de este artículo. En primer lugar, aunque han podido determinar las fuentes de heterogeneidad mediante subgrupos y la metarregresión, seguía habiendo falta de homogeneidad entre los estudios. El estado de actividad física de los participantes no se incluyó en la metarregresión debido a la falta de información en numerosos estudios. También algunos factores de confusión demográficos de los participantes pudieron contribuir a la heterogeneidad. Como recomendación de estos autores para investigaciones futuras, otros trabajos que investiguen los efectos del ejercicio sobre los factores de riesgo de la SM, deberían priorizar la influencia de las características de los participantes para evaluar la respuesta del ejercicio en diferentes subpoblaciones de mujeres en la posmenopausia, debido a las discrepancias en la frecuencia de la intervención entre los estudios, ya que varios de ellos no informaron completamente de la frecuencia.
Los autores reconocieron la exclusión de un número considerable de estudios que han investigado el entrenamiento físico en mujeres en la posmenopausia. La posmenopausia se produce después de la menopausia y se define por el cese de la menstruación durante al menos 1 año. Para limitar los efectos del entrenamiento físico en mujeres en la posmenopausia, los autores sólo incluyeron estudios con objetivos específicos y se excluyeron las investigaciones ambiguas o no estaban correctamente especificadas. Según los autores esta decisión tuvo como consecuencia, la pérdida de un tercio de las investigaciones potencialmente elegibles. Por consiguiente, es crucial especificar los parámetros para determinadas cohortes para poder extraer conclusiones más robustas para este grupo de población.
Conclusión
Este estudio refuerza la importancia de la práctica de actividad física de forma regular como una herramienta no farmacológica fundamental en la reducción del riesgo de SM en mujeres en la posmenopausia, observándose mejoras metabólicas significativas en intervenciones de 8 a 10 semanas. La intensidad moderada y el entrenamiento combinado, beneficiaron de forma significativa algunos parámetros como la obesidad abdominal, la dislipidemia, las alteraciones de la glucemia y la hipertensión. También, se observaron mejoras en al menos un factor de riesgo de SM con otras modalidades e intensidades de ejercicio.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar todas las publicaciones que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261561423000109