Hoy se ha publicado, como parte de un suplemento especial de la revista Advances in Nutrition una revisión de la evidencia proporcionada a través de estudios experimentales y ensayos clínicos sobre los efectos de los edulcorantes en la microbiota intestinal.
Consumo de azúcar, edulcorantes y posibles efectos en la salud
El consumo elevado de azúcares, especialmente como sacarosa y jarabes de fructosa y glucosa, ha aumentado en todo el mundo, existiendo una gran preocupación por sus efectos adversos sobre la salud y el desarrollo de algunas enfermedades crónicas como el síndrome metabólico, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2, lo que ha motivado que varias instituciones nacionales e internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, hayan recomendado reducir el consumo de azúcares libres.
El consumo de alimentos sin azúcar está creciendo debido a su bajo contenido en calorías. Los edulcorantes son sustitutos de los azúcares que mimetizan su sabor dulce pero que tienen un nulo o escaso impacto sobre la ingesta energética diaria y que frecuentemente son mucho más dulces que la sacarosa.
La seguridad de los edulcorantes
Los edulcorantes, como el resto de los aditivos alimentarios, están sujetos a un estricto control de seguridad por los distintos organismos encargados de la Seguridad Alimentaria. Así, los edulcorantes autorizados tanto por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (US FDA) y otras instituciones internacionales, como el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) y la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), son seguros de usar dentro de los niveles de la ingesta diaria admisible (IDA). Aunque los edulcorantes se consideran seguros y bien tolerados, sus efectos sobre la intolerancia a la glucosa, la activación de los receptores de sabor dulce y las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal son temas controvertidos.
Objetivo de la revisión sistemática
El objetivo de esta revisión fue analizar críticamente las evidencias que apoyan los efectos de los edulcorantes no nutritivos, los sintéticos (acesulfamo K, aspartamo, ciclamato, sacarosa, neotamo, advantamo y sucralosa); los naturales (taumatina, glucósidos del esteviol, monelina, neohesperidina dihidrocalcona, y glicirricina) y los nutritivos -bajos en calorías- (polioles o alcoholes del azúcar) sobre la composición de la microbiota en el intestino humano.
Principales resultados y conclusiones
Los edulcorantes basados en derivados de aminoácidos, como el aspartamo, por su baja concentración y porque los aminoácidos constituyentes son absorbidos en el duodeno e íleon, no ejercen cambios en la microbiota intestinal.
Los investigadores concluyen que existe falta de evidencia relacionada con los efectos de los edulcorantes no calóricos en el apetito, en la ingesta a corto plazo y en el riesgo de diabetes y cáncer. Entre los edulcorantes no calóricos únicamente la sacarina y la sucralosa podrían tener capacidad de cambiar la microbiota, pero se requieren más estudios en humanos para confirmar estos cambios.
Es destacable que los edulcorantes de tipo poliol, que no se absorben o lo hacen pobremente, tales como isomaltosa, maltitol, lactitol y xilitol, se comportan como verdaderos prebióticos, pudiendo alcanzar al intestino y aumentando el número de bifidobacterias tanto en animales como en los humanos.
Es necesario realizar más investigaciones sobre los efectos de los edulcorantes en la composición del microbioma intestinal de los humanos y así confirmar cualquier efecto que se puedan haber encontrado en estudios experimentales en animales.
Enlace a la referencia
Para consultar el artículo completo, con todos los detalle sobre los distintos edulcorantes y sus posibles efectos y mecanismos de acción puede consultar el siguiente enlace: https://academic.oup.com/advances/article/10/suppl_1/S31/5307224?searchresult=1
Recientemente, otros autores han publicado una revisión que incluyó únicamente ensayos in vivoy que concluye, igualmente, que actualmente no existen evidencia de efectos adversos de los edulcorantes sobre la microbiota intestinal. El enlace a este estudio a continuación https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0278691518308780?via%3Dihub