Recientemente, se ha publicado en la revista BMJ Journals General Psychiatry una revisión sistemática sobre el efecto de la regulación de la microbiota intestinal y los síntomas de ansiedad.
Para comenzar
Los síntomas de ansiedad son muy frecuentes en las enfermedades mentales y otras alteraciones, especialmente en las relacionadas con trastornos asociados con el estrés. Numerosos estudios han indicado que la microbiota intestinal puede regular la función cerebral a través del eje cerebro-intestino y que la alteración de la microbiota, la disbiosis, podría estar relacionada con la ansiedad. Sin embargo, en la actualidad no hay evidencia específica para apoyar el tratamiento de la ansiedad mediante la regulación de la microbiota intestinal, debido a que la mayor parte de la evidencia científica no ha sido estudiada en humanos. El objetivo fundamental de esta revisión fue encontrar la evidencia disponible que respalde la mejora de los síntomas de ansiedad mediante la regulación de la microbiota intestinal.
Algunas cuestiones metodológicas
Se realizó una búsqueda en esta revisión sistemática de ensayos clínicos controlados aleatorizados en diversas bases de datos (PubMed, EMBASE, Cochrane, OVID, Web of Knowledge, etc), recuperándose artículos hasta julio de 2018. La evaluación de la calidad para cada estudio incluido se realizó mediante el riesgo de sesgo del cuestionario de la Cochrane y la escala de calidad Jadad.
Principales resultados
Se recuperaron un total de 3334 artículos y se incluyeron 21 estudios con 1503 sujetos. De los 21 estudios seleccionados, 14 fueron intervenciones con probióticos para regular la microbiota intestinal y en seis estudios se emplearon formas no probióticas. Los suplementos con probióticos de siete estudios contenían sólo un tipo de probiótico, dos estudios utilizaron un producto que contenía dos tipos de probióticos y en otros cinco estudios fueron incluyeron al menos tres tipos de probióticos. En los estudios que utilizaron el tratamiento habitual y las intervenciones que regulaban la flora intestinal como intervenciones (cinco estudios), sólo fueron eficaces las formas no probióticas, lo que se tradujo en que en el 40% de los estudios se mostraron efectos beneficiosos. En los estudios que se utilizaron intervenciones que regulaban la flora intestinal (16 estudios), en 11 usaron probióticos y en 5 estudios no probióticos, mostrándose que en el 56% de los estudios se mostrarían efectos de mejora en los síntomas de ansiedad. En el 80% de los estudios que se realizaron las intervenciones con formas no probióticas fueron efectivos, mientras que en el 45% de los estudios que utilizaron suplementos probióticos tuvieron efectos positivos en los síntomas de ansiedad.
En general, 11 estudios mostraron un efecto beneficioso sobre los síntomas de ansiedad al regular la microbiota intestinal, lo que indicó que el 52% de los 21 estudios fueron efectivos. Además, cabe resaltar que seis de los siete estudios demostraron que la regulación de la microbiota intestinal podría tratar los síntomas de ansiedad.
Conclusión
En esta revisión sistemática se encontró que más de la mitad de los estudios incluidos demostraron que era beneficioso tratar los síntomas de ansiedad mediante la regulación de la microbiota intestinal. Existen dos tipos de intervenciones (intervenciones con probióticos y con formas no probióticas) para regular la microbiota intestinal, mostrándose una mayor efectividad en este estudio en las intervenciones no probióticas.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo y consultar la revisión sistemática, puede acceder al siguiente enlace: https://gpsych.bmj.com/content/32/2/e100056