Recientemente se ha publicado una revisión de la literatura sobre los componentes nutricionales de la dieta occidental frente a la dieta mediterránea (Diet Med) en relación con la interacción microbiota intestinal y el sistema inmunitario, sobre las implicaciones para la salud y la enfermedad en la revista Nutrients.
A continuación, os mostramos un resumen del artículo de estos autores y algunas de las partes más interesantes. La autoría del artículo original corresponde a Cielo García-Montero, Oscar Fraile-Martínez, Ana M. Gómez-Lahoz, Leonel Pekarek, Alejandro J. Castellanos, Fernando Noguerales-Fraguas, Santiago Coca, Luis G. Guijarro, Natalio García-Honduvilla, Angel Asúnsolo, Lara Sanchez-Trujillo, Guillermo Lahera, Julia Bujan, Jorge Monserrat, Melchor Álvarez-Mon, Miguel A. Álvarez-Mon y Miguel A. Ortega.
Para comenzar
Las enfermedades crónicas son muy prevalentes de la actualidad. Algunas de las más destacables son: la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares (ECV) y algunos tipos de cáncer. Todas tienen en común la condición de trastorno inflamatorio, con deterioro de las funciones inmunitarias con frecuencia causadas o acompañadas de alteraciones de la microbiota intestinal. Estas enfermedades multifactoriales también tienen en común la malnutrición relacionada con la fisiopatología.
La importancia de la dieta
La dieta es uno de los mayores moduladores de la interacción entre el sistema inmunitario y la microbiota en el ámbito de la nutrición de precisión como enfoque para el tratamiento y la prevención. Es una realidad que la dieta occidentalizada es al menos, de forma parcial, responsable del incremento de la incidencia de las enfermedades crónicas, ya que afecta de forma negativa tanto a la microbiota intestinal como al sistema inmunitario. Por el contrario, otros enfoques nutricionales como la Diet Med, influyen de forma positiva en el sistema inmunitario y la microbiota intestinal, y, por ende, son herramientas potenciales para el tratamiento clínico de diferentes enfermedades, además de para la prevención y la promoción de la salud.
El objetivo de esta revisión
El objetivo de esta revisión de la literatura fue determinar el papel regulador de los componentes nutricionales de la dieta occidentalizada y la Diet Med en la microbiota intestinal y el sistema inmunitario, con el fin de comprender y concienciar sobre la influencia de la dieta en ambos componentes.
Algunas cuestiones destacables
En el caso de la malnutrición, las deficiencias de micronutrientes son bastante comunes y son importantes determinantes de la fisiopatología de las inmunodeficiencias y de las enfermedades inflamatorias. Es necesario mencionar que es muy destacable el número de casos que hay de este tipo de enfermedades. Estas enfermedades son muy prevalentes en los países desarrollados, donde los patrones de la dietas occidentalizadas son seguidos por gran parte de la población.
Por otra parte, las enfermedades relacionadas con el sueño se caracterizan por una elevada ingesta de hidratos de carbono y de grasas saturadas, e incluye algunas características como dietas de baja calidad, con muchos productos refinados y ultraprocesados ricos en azúcares y en aditivos añadidos. Por el contrario, la adhesión a una Diet Med puede mejorar la inflamación y la disbiosis de la microbiota intestinal gracias a su abundancia en ácidos grasos de alta calidad, fibra, polifenoles, vitaminas y otros componentes dietéticos, todos ellos necesarios para lograr un equilibrio adecuado de T-helper 17 y células T-reguladoras (Th17/Treg) en el huésped y garantizar una alta diversidad microbiana. Las células Th17 y las Treg se encuentran con frecuencia en las superficies de barrera, especialmente en la mucosa intestinal, donde funcionan para proteger al huésped de los microorganismos patógenos y para frenar las respuestas excesivas de las células T efectoras, respectivamente.
Para profundizar más
Las deficiencias nutricionales deben tratarse de forma individual, evaluando el estado de salud del paciente y realizando algunas recomendaciones no sólo en cuanto a suplementos sino también en cuanto a los hábitos dietéticos saludables. Sin embargo, los componentes de la dieta no pueden ser tenidos en cuenta de forma individual. Las deficiencias de cualquier micronutriente, y a veces también los excesos, pueden ser cruciales para el desarrollo de un patógeno oportunista y la reducción de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium. Por lo tanto, en el tratamiento de la malnutrición, el objetivo de la reprogramación de la microbiota implica el uso de probióticos, ya que ciertas bacterias contribuyen a mejorar la salud, y proporcionan ácidos grasos de cadena corta y otros componentes dietéticos que incrementan la inmunocompetencia del huésped.
Conclusión
Según las evidencias de esta revisión de la literatura, la dieta modula tanto el sistema inmunitario como la microbiota intestinal a la vez, estableciendo un diálogo bidireccional con las vías de señalización o la producción de metabolitos que afectan a cada una de las funciones.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalle sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.mdpi.com/2072-6643/13/2/699