Recientemente, se ha publicado en Frontiers in Nutrition, un artículo sobre la densidad prioritaria de micronutrientes en los alimentos.
A continuación, os mostramos un resumen del artículo de estos autores y algunas de las partes más interesantes. La autoría del artículo original corresponde a Ty Beal y Flaminia Ortenz.
Para comenzar
A pesar de los esfuerzos enfocados en mejorar la calidad de la dieta y reducir la malnutrición, las carencias de micronutrientes siguen estando muy extendidas en todo el mundo, en especial, en los de ingresos bajos y medios y entre los grupos de población con mayores necesidades. En estos grupos de alto riesgo, las dietas suelen ser inadecuadas en hierro, zinc, folato, vitamina A, calcio y vitamina B12. Es necesario comprender la densidad de estos micronutrientes y su biodisponibilidad en diversos alimentos, así como la idoneidad de estos alimentos para ayudar a satisfacer las necesidades de las poblaciones con una elevada carga de malnutrición por micronutrientes.
Objetivo
El objetivo de esta investigación fue identificar las principales fuentes alimentarias de estos micronutrientes, que son esenciales para una salud óptima con el propósito de fomentar los esfuerzos por reducir la malnutrición de micronutrientes en varias poblaciones del mundo.
Algunas cuestiones metodológicas destacables
Los autores de esta investigación construyeron una base de datos global de composición de alimentos y calcularon de nutrientes recomendados para cinco grupos de población con diferentes necesidades. Se desarrolló un enfoque para clasificar los alimentos según su densidad en cada uno de los micronutrientes prioritarios para varios grupos de población con diferentes necesidades de nutricionales.
Principales resultados
Los autores de esta investigación encontraron que las principales fuentes de micronutrientes prioritarios fueron las vísceras, los pescados de pequeño tamaño, las verduras de hoja verde oscura, los bivalvos, los crustáceos, la cabra, la ternera, los huevos, la leche, el pescado en conserva con espinas, el cordero y el carnero. El queso, la leche de cabra y la carne de cerdo también fueron buenas fuentes, y en menor medida, pero también de forma importante, el yogur, el pescado fresco, las legumbres, el teff y las conservas de pescado sin espinas.
En los resultados de este artículo, se detalla numerosa información de alta relevancia que aparece recopilada en diversas tablas y figuras entre las que son destacables las siguientes:
• Calorías y gramos necesarios para proporcionar una media de un tercio de las ingestas recomendadas de vitamina A, folato, vitamina B12, calcio, hierro y zinc para mujeres en edad reproductiva y en adultos mayores de 25 años.
• Puntuaciones de densidad de micronutrientes agregadas e individuales para mujeres en edad reproductiva y en adultos mayores de 25 años.
Para profundizar
En este estudio los autores se han centrado en la densidad y la biodisponibilidad de los micronutrientes prioritarios inherentes y no han sido incluimos los alimentos fortificados ni se ha analizado el papel general de los alimentos y las dietas en la adecuación de los nutrientes, las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas y su impacto más global en la carga mundial de morbilidad.
Es necesario señalar que otras vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C, la vitamina E, la riboflavina, la tiamina, la niacina, el potasio y el magnesio, también pueden ser deficitarios en las dietas, pero según indican los propios autores los datos son limitados en cuanto a la valoración de estas insuficiencias y su importancia para la salud pública. Además, e n muchas ocasiones suelen haber deficiencias de calorías nutritivas, proteínas (aminoácidos esenciales) y ácidos grasos (especialmente ácidos grasos n-3), que son de importancia crítica para la salud. Adicionalmente, existen numerosos compuestos no esenciales, pero potencialmente beneficiosos, como la fibra, los fitonutrientes y los compuestos bioactivos de los alimentos de origen vegetal y animal, que desempeñan un papel importante en la salud y la enfermedad.
Para terminar, es necesario mencionar que hay numerosos componentes dietéticos que se asocian a un incremento del riesgo de enfermedad cuando se ingieren en cantidad muy altas, como el azúcar, el sodio, las grasas trans, determinados aditivos. Además, la contaminación y los peligros biológicos de los alimentos inseguros suelen presentar un papel importante en el cual el procesamiento influye de forma muy notable.
Conclusión
Se ha encontrado que las principales fuentes de micronutrientes prioritarios son: vísceras, pescados de pequeños, verduras de hoja verde oscura, mariscos (bivalvos y crustáceos), algunas carnes y determinados lácteos. Estos resultados proporcionan información sobre los alimentos a los que hay que se debe dar prioridad para cubrir las carencias comunes de micronutrientes y poder reducir la malnutrición.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalle sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnut.2022.806566/full?fbclid=IwAR283EV2Q9y-tyOrGMzYpT7AOp2y8wVZpxzVoIPe8q7GHW4khJFtMkowufE