Se ha publicado recientemente en la revista British Journal of Sports Medicine, un artículo sobre la asociación entre correr y el riesgo de mortalidad global por todas las causas, mortalidad específica por enfermedad cardiovascular (ECV) y por cáncer y si lo más beneficioso, es correr más.
Para comenzar
Las autoridades de salud pública mundiales y nacionales recomiendan que los adultos realicen unos 150 minutos de actividad física moderada-vigorosa (moderate to vigorous physical activity, MVPA) a la semana. La literatura científica procedente de evidencia epidemiológica apoya firmemente las asociaciones beneficiosas entre la cantidad total de MVPA con resultados de salud. Varias revisiones sistemáticas (RS) y meta-análisis han recopilado la evidencia entre la asociación de la práctica de MVPA y el riesgo de mortalidad por enfermedades específicas y por todas las causas.
Correr: uno de los tipos más extendidos de actividad física
Se ha estimado que cada mes alrededor de 3,7 millones (8,5%) de adultos ingleses corren (como práctica deportiva o como una actividad recreativa). Otros países, como Australia o los EE. UU., también tienen altas tasas personas que suelen practicar este deporte. La encuesta del Consejo de Actividad Física de 2017 clasificó correr, como una de las 10 actividades preferidas en las que los adultos inactivos de 25 a 44 años en EE. UU., desearían comenzar a realizar.
Dada su popularidad, correr tiene un gran potencial para mejorar la salud de la población. El Real Colegio de Médicos Generales (RCGP) ha reconocido este potencial al asociarse con la iniciativa de Parkrun UK, para promover correr y caminar entre los médicos generales y sus pacientes.
Lo que se conoce hasta ahora
No está claro cómo correr y cuánto correr se asocia con el riesgo de que mortalidad global por todas las causas o mortalidad específica por ECV y por cáncer.
El objetivo de esta investigación
El objetivo de este estudio fue investigar la asociación de correr y cuanto correr con el riesgo de mortalidad por todas las causas y de mortalidad específica por ECV y por cáncer.
Principales cuestiones metodológicas de la revisión sistemática y del meta-análisis
Para la revisión se recopilaron artículos de revistas, documentos de conferencias y tesis doctorales indexadas en Academic Search Ultimate, CINAHL, Fuente de Salud: Edición de enfermería/académica, MasterFILE Completa, Biblioteca Digital en Red de Tesis y Disertaciones, Tesis de Libre Acceso y Disertaciones, PsycINFO, PubMed/MEDLINE, Scopus, SPORTDiscus y Web of Science.
Los criterios de elegibilidad para la selección de estudios según el tipo de diseño fueron estudios de cohortes prospectivos sobre la asociación entre correr y el riesgo de mortalidad por ECV y/o por cáncer en población adulta.
Algunos resultados destacables
Se seleccionaron catorce estudios de seis cohortes prospectivas, incluyéndose una muestra conjunta de 232.149 participantes. En total, se registraron 25.951 muertes durante 5,5-35 años de seguimiento.
Este meta-análisis mostró que correr se asociaba con una disminución del 27%, 30% y 23% menos de riesgo por todas las causas (Hazard Ratio combinado ajustado, HR = 0,73; intervalo de confianza (IC) del 95% 0.68-0,79), por ECV (HR = 0,70; IC del 95%: 0,49-0,98) y de mortalidad por cáncer (HR = 0,77; IC del 95%: 0,68-0,87), respectivamente, en comparación con no correr. Un análisis de meta-regresión mostró que no había respuestas significativamente diferente según la frecuencia y la duración semanal, el ritmo y el volumen total de la carrera.
Recomendaciones para futuras investigaciones
Correr se asocia con una mortalidad por todas las causas significativamente menor, una disminución de la mortalidad específica por ECV y por cáncer, en comparación con no correr. Cualquier frecuencia de correr, incluso sólo una vez a la semana, es mejor que no correr, mientras que las frecuencias más altas de correr podrían no estar necesariamente asociadas a mayores beneficios en relación con la mortalidad. El aumento de correr, independientemente de la frecuencia, podría conllevar mejoras en la salud y en la longevidad de la población. Se necesitan más estudios para examinar cómo mantener una frecuencia sostenida de correr, más que la realización de forma esporádica, para lograr los beneficios de un menor riesgo de mortalidad. En futuros estudios también se debería considerar la evaluación de correr usando rastreadores de actividad, ya que estos dispositivos pueden proporcionar una visión más detallada y precisa de la realización de este tipo de actividad física.
Conclusión
Correr, independientemente de la frecuencia, podría conducir a una mejora de la salud y de la longevidad de la población de forma muy importante. Cualquier frecuencia de salir a correr, incluso sólo una vez a la semana, es mejor que no correr. Sin embargo, las frecuencias más altas de correr podrían no asociarse con mayores beneficios respecto a la mortalidad.
Enlace a la referencia
Para consultar el artículo a texto completo y obtener más información, puede entrar en el siguiente enlace:
https://bjsm.bmj.com/content/54/15/898?utm_source=alert&utm_medium=email&utm_campaign=bjsm&utm_content=toc&utm_term=18072020