Recientemente se ha publicado en la revista Advances in Nutrition una revisión sistemática sobre el efecto del consumo de productos lácteos enteros y lácteos fermentados en la enfermedad cardiometabólica.
¿Lácteos enteros o lácteos bajos en grasa?
Las recomendaciones dietéticas actuales para disminuir el consumo de grasas saturadas se basan en gran medida, en estudios de nutrición desarrollados hace un par de décadas, que observaron una asociación entre el consumo de grasas saturadas de la dieta, los niveles elevados de colesterol en la sangre y un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. Como los productos lácteos enteros son ricos en grasas saturadas, se ha recomendado el consumo de estos productos en sus versiones sin grasa o bajas en grasa. Sin embargo, los productos lácteos varían mucho tanto en su contenido de nutrientes, como en sus ingredientes bioactivos. La evidencia científica actual, destaca cada vez más la importancia de centrarse en los alimentos completos, es decir, la matriz de los alimentos, en lugar de nutrientes individuales, como las grasas saturadas.
Algunos resultados de estudios previos
Los resultados de los estudios mencionados en esta revisión apoyan los hallazgos procedentes de un workshop de un consenso de expertos en Gentofte, Dinamarca, en el año 2016. Los expertos en diferentes áreas científicas destacaron que la evidencia actual no respalda una asociación positiva entre la ingesta de productos lácteos y el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2.
La evidencia de estudios recientes, revisiones sistemáticas y meta-análisis de estudios observacionales y ensayos controlados aleatorizados, indican que los productos lácteos enteros, en particular el yogur y el queso, no ejercen los efectos negativos cardiometabólicos que se habían observado anteriormente. Estos efectos estarían relacionados con la sensibilidad a la insulina, perfil de lípidos en sangre y presión sanguínea debido al contenido en sodio y grasas saturadas. La evidencia científica actual, indica que estos alimentos podrían proteger frente al desarrollo de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo 2.
Se necesitan más investigaciones para estudiar los posibles factores de confusión y comprender mejor los mecanismos de acción de los productos lácteos y sus efectos en la salud. Cada vez está más claro que la recomendación de disminuir el consumo de grasas saturadas en la dieta para reducir el riesgo de enfermedad cardiometabólica, se está desactualizando, en especial, si las grasas provienen de productos lácteos.
Conclusión
Según los resultados de los estudios de esta revisión, los productos lácteos enteros, especialmente, el yogur y el queso, no modifican de forma negativa el perfil de lípidos en la sangre, ni aumentan la presión arterial como se había observado en anteriores estudios. La evidencia científica actual indica que estos alimentos pueden proteger frente al desarrollo de enfermedad cardiovascular y de diabetes mellitus tipo 2. La recomendación de disminuir el consumo o eliminar los lácteos enteros de la dieta, podría no ser una estrategia adecuada para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiometabólicas.
Enlace a la referencia
Para leer el artículo de revisión completo y acceder a más información, puede consultar el siguiente enlace: https://academic.oup.com/advances/article/10/5/924S/5569507