Se ha publicado recientemente en la revista Advances in Nutrition, una revisión sistemática y un metaanálisis sobre la ingesta de pescado y el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, con datos de evidencia procedente de estudios de cohortes prospectivos.
Consumo de pescado y beneficios para la salud
La asociación entre la ingesta de pescado y el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, ha sido ampliamente investigada en la literatura científica. El pescado es la principal fuente dietética de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, ácidos grasos poliinsaturados, ácido eicosapentaenoico, EPA (20: 5n – 3) y ácido docosahexaenoico, DHA (22: 6n – 3). Este grupo de alimentos es considerado como uno de los mejores alimentos cardioprotectores.
Pescado, ácidos grasos y estudios de intervención
Los resultados de los estudios de intervención han demostrado que las intervenciones dietéticas para aumentar el consumo de pescado, o la suplementación con ácidos grasos ω-3, puede resultar beneficioso en relación a factores de riesgo cardiometabólico, como la presión arterial alta, la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción endotélica. Además, los ácidos grasos ω-3 presentan propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras pudiendo tener efectos anticancerígenos.
Se han realizado varios metaanálisis (evidencia de estudios observacionales) para investigar la asociación del consumo de pescado y el riesgo de enfermedades crónicas, incluida la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca, la hipertensión, el accidente cerebrovascular, la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer en diferentes localizaciones. Sin embargo, la fuerza de la evidencia presentada por los meta-análisis ha sido menos estudiada.
El objetivo de este estudio
El objetivo de esta revisión y este metaanálisis ha sido recopilar la evidencia procedente de estudios de cohortes prospectivos sobre la asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de enfermedades crónicas.
Metodología de esta revisión sistemática y este metaanálisis
Para realizar la revisión sistemática, se llevó a cabo una búsqueda sistemática en Medline vía Pubmed y Scopus hasta octubre de 2019 con el objetivo de encontrar metaanálisis de estudios que evaluaron la asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de enfermedad crónica. Fueron excluidos los estudios retrospectivos y los estudios transversales, así como las estimaciones de riesgo no ajustadas. El riesgo relativo resumido (summary relative risk, SRR) para cada meta-análisis se recalculó utilizando un modelo. La calidad metodológica de los meta-análisis incluidos y la calidad de las pruebas fueron evaluadas según las herramientas AMSTAR (Assessing the Methodological Quality of Systematic Reviews) y NutriGrade (A Scoring System to Assess and Judge the Meta-Evidence of Randomized Controlled Trials and Cohort Studies in Nutrition Research), respectivamente.
Los principales resultados
De un total de 34 metaanálisis de estudios observacionales prospectivos, se han incluido SRR para 40 resultados diferentes de salud, obtenidos de 298 estudios de cohortes prospectivos. La evidencia, de calidad moderada, mostró que cada aumento de 100 g/d en el consumo de pescado estaba asociado con una disminución del riesgo de los siguientes eventos:
- mortalidad por todas las causas (SRR: 0,92; intervalo de confianza, IC al 95%: 0,87-0,97)
- mortalidad específica por enfermedad cardiovascular (SRR: 0,75; IC al 95%: 0,65-0,87)
- cardiopatía coronaria (SRR: 0,88; IC al 95%: 0,79-0,99)
- infarto de miocardio (SRR: 0,75; IC al 95%: 0,65-0,93)
- accidente cerebrovascular (SRR: 0,86; IC al 95%: 0,75-0,99)
- insuficiencia cardíaca (SRR: 0,80; IC al 95 %: 0,67-0,95)
- depresión (SRR: 0,88; IC al 95%: 0,79-0,98)
- cáncer de hígado (SRR: 0,65; IC 95%: 0,48-0,87)
Para los cánceres en otras localizaciones, no se observó asociación y la calidad de la evidencia fue calificada como baja o muy baja.
Líneas futuras de investigación
La investigación en el futuro debería centrarse en los resultados en salud, para los cuales hoy en día existen poco estudios de cohortes prospectivos o la calidad de la evidencia se ha calificado como baja o muy baja. Según los resultados de este metaanálisis, esto se ha observado especialmente, en algunos tipos de cáncer. La investigación futura también debe centrarse en las asociaciones de diferentes tipos de pescado como pescados azules (grasos), blancos (magros) o salados, o diferentes métodos de cocinado de estos alimentos, como diferentes tipos de fritura o al vapor y el riesgo de enfermedad crónica.
Para mejorar la calidad de los datos y el seguimiento, sería conveniente realizar evaluaciones dietéticas repetidas para obtener datos más confiables y considerar las diferencias potenciales entre ubicaciones geográficas, así como numerosos factores de confusión como antecedentes familiares de la enfermedad, para tener los análisis ajustados a todo este tipo de variables confusoras.
Conclusión
Esta revisión presenta una visión general de la asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de enfermedades crónicas, siendo la mayor parte de la evidencia de calidad moderada. El consumo de pescado puede disminuir el riesgo de mortalidad global, mortalidad específica por enfermedad cardiovascular, de cardiopatía coronaria, de infarto de miocardio, de accidente cerebrovascular, de insuficiente cardiaca, de depresión y de cáncer de hígado.
Enlace a la referencia
Para acceder al artículo completo y obtener más información puede consultar el siguiente enlace:
https://academic.oup.com/advances/advance-article-abstract/doi/10.1093/advances/nmaa029/5811305?redirectedFrom=fulltext