Se ha publicado en la revista Clinical Nutrition, una revisión sistemática (RS) y meta-análisis de estudios de cohortes prospectivos de la asociación entre la ingesta de grasas dietéticas y la mortalidad global (por todas las causas) y por causas específicas (enfermedad cardiovasculares, ECV y cáncer).
Antecedentes y metodología
La asociación entre la ingesta de la grasa dietética y la mortalidad sigue presentando controversias debido a que se han observado resultados inconsistente. Numerosos estudios recientes entre la asociación de la grasa saturada dietética y en especial, algunas enfermedades crónicas de alta prevalencia han observado resultados controvertidos.
Para evaluar de forma cuantitativa esta asociación, los autores de este trabajo realizaron un meta-análisis de estudios de cohorte prospectivos. Para realizar la búsqueda sistemática, se emplearon dos bases de datos, MEDLINE vía PubMed y Web of Science, recopilando los estudios que habían sido publicados hasta febrero de 2020. También se realizó un meta-análisis, con un modelo de efectos aleatorios.
Principales resultados de esta revisión sistemática
Después de la aplicación de la estrategia de búsqueda y de los criterios establecidos por los autores, fueron identificados 19 estudios que incluyeron 1.013.273 participantes y 195.515 fallecimientos. Se encontraron asociaciones inversas significativas entre la mortalidad global y un incremento del 5 % de la energía en la ingesta de grasa total, riesgo relativo, RR = 0,99; IC del 95%: 0,98-1,00), monoinsaturadas, AGM (RR = 0,98; IC del 95%: 0,97-0,99) y AGP, poliinsaturadas (RR = 0,93; IC del 95%: 0,89-0,97).
Un aumento del 5% de la energía en forma de AGP se asoció con una reducción del 5 % (RR = 0,95; IC del 95 %: 0,91-0,98) y del 4 % (RR = 0,96; IC del 95 %: 0,94-0,99) de la mortalidad específica por ECV y por cáncer, respectivamente. En relación con las grasas trans, un incremento del 1 % de energía se asoció con un aumento del 6 % del riesgo de mortalidad global (RR = 1,06; IC del 95%: 1,01-1,10) y de forma específica por ECV (RR = 1,06; IC del 95%: 1,02-1,11). Los autores de esta RS observaron una asociación no lineal entre las grasas saturadas (AGS) dietéticos y la mortalidad por todas las causas con un aumento significativo del riesgo hasta el 11 % de energía en forma de AGS. El riesgo de mortalidad por cáncer aumentó un 4% por cada 5 % de aumento de la ingesta energética total proveniente de los AGS (RR = 1,04; IC del 95%: 1,02-1,06).
Diferentes tipos de grasas, diferentes efectos en la salud
Según los resultados encontrados por estos autores en base a esta RS, la ingesta de grasa se asoció con una mortalidad global menor, en comparación con las dietas bajas en grasas. Por otra parte, las dietas altas en AGS y en grasas trans se asociaron con un aumento de la mortalidad global. Una dieta con un contenido alto en AGS se ha asociado de forma positiva con una mortalidad superior de forma específica por ECV y por cáncer, mientras que una dieta alta en AGP estuvo asociada de forma inversa con una mortalidad específica inferior por ECV y por cáncer.
Los resultados de esta investigación apoyan las recomendaciones dietéticas actuales de reducir la ingesta de AGS y de trans, así como enfatizar en el consumo de AGM y AGP. En los grandes estudios de cohortes prospectivos, los análisis de sustitución podrían ayudar de forma importante a comprender el efecto de la grasa dietética en la salud, entre las asociaciones de los subtipos y las diferentes fuentes alimentarias de AGS, AGM y AGP y la mortalidad. Los hallazgos observados de que las grasas trans dietéticas se asocian con un incremento de la mortalidad global y de la mortalidad por ECV están en consonancia con las recomendaciones dietéticas actuales que sugieren evitar la ingesta de estas grasas, debido su efecto perjudicial a través del incremento del colesterol LDL y de la inflamación sistemática. Las grasas trans pueden afectar a la fluidez de las membranas celulares desestabilizando los fosfolípidos de la membrana y provocando daños en los sistemas y en las funciones del corporales. Aunque no fue significativa la asociación entre la ingesta de grasas trans y la mortalidad por cáncer, hay que destacar que este resultado se basó en tres estudios.
Los autores de este trabajo han observado que una ingesta de grasa dietética alta se asociaba con la mortalidad de forma específica según el tipo de ácido graso. Por consiguiente, la composición de la grasa dietética parece ser más importante que el consumo total de grasa, debido a que la asociación entre la grasa dietética y la mortalidad fue diferente según el tipo de grasa. La generalización de los resultados del meta-análisis de estos autores, ha mejorado al incluir un gran número de casos (muertes, n = 195.515) y de sujetos (n = 1.013.273) procedentes de diversas regiones como Europa, Estados Unidos y Asia. Por otra parte, todos los estudios incluidos en este meta-análisis han sido calificados como de calidad buena o alta y tampoco fueron encontrados ningún sesgo de publicación que pudiera modificar de forma significativa los resultados del meta-análisis.
Conclusiones
Según esta revisión sistemática, las dietas con un contenido alto de grasas saturadas se asociaron con una mortalidad global, por enfermedades cardiovasculares y por cáncer superior, mientras que las dietas con un contenido superior de grasas poliinsaturadas se asociaron con una mortalidad global, por enfermedades cardiovasculares y por cáncer, inferior. Las dietas ricas en grasas trans se asociaron con una mortalidad global y por enfermedades cardiovasculares mayor y las ricas en grasas monoinsaturadas, con una mortalidad global menor.
Enlace a la referencia
Para acceder al artículo completo y obtener más información detallada, puede acceder al siguiente enlace:
https://www.clinicalnutritionjournal.com/article/S0261-5614(20)30355-1/fulltext