Se ha publicado recientemente un estudio en el revista Circulation sobre la ingesta de algunos grupos de alimentos de origen animal y su asociación con al riesgo de desarrollar cardiopatía isquémica en una gran cohorte europea.
Para comenzar
En la actualidad existen numerosas controversias acerca de la relevancia del consumo de alimentos de origen animal en relación con el desarrollo de numerosas enfermedades cardiovasculares.
En este estudio se ha examinado el consumo de carne, pescado, productos lácteos y huevos y el riesgo de padecer cardiopatía isquémica en el contexto de la cohorte europea del estudio EPIC (European Prospective into Cancer and Nutrition).
Metodología
Este estudio se realizó con una muestra de 409.885 hombres y mujeres pertenecientes a varios países europeos. La estimación de la ingesta dietética se evaluó mediante cuestionarios validados y un recordatorio 24 horas. Por otra parte, se midieron los lípidos y la presión arterial en una submuestra de esta cohorte. Durante un seguimiento medio de 12,6 años, 7198 sujetos sufrieron un infarto de miocardio o murieron de cardiopatías isquémicas. Para valorar las asociaciones entre alimentos de origen animal y el riesgo de padecer estos eventos se realizaron análisis mediante la regresión de Cox, ajustando por otros alimentos de origen animal y variables confusoras.
Principales resultados
En este estudio se observó un incremento del 19% de sufrir una cardiopatía isquémica (HR=1,19; IC 95%: 1,06-1,33) para un aumento de de 100 g/ d en el consumo de carne roja y procesada. Esta asociación siguió siendo significativa después de excluir los 4 años primeros del seguimiento (HR=1,25; IC 95%: 1,09-1,42). Respecto al consumo de yogur, se observó una disminución del riesgo del 7% (HR= 0,93; IC 95%: 0,89-0,98) al aumentar 100 g al día consumo, una reducción del 8% en el caso del consumo de queso (HR= 0,92; IC 95%: 0,86-0,98) al aumentar la ingesta 30 gramos al día y una disminución del 7% para el consumo de huevo (HR=0,93; 0,88-0,99] por 20 gramos al día de aumento. Es destacable que las asociaciones estudiadas en el caso del yogur y con los huevos, disminuyeron y perdieron la significación estadística después de excluir los primeros 4 años de seguimiento. Para otros grupos de alimentos de origen animal (aves de corral, pescado o leche) su ingesta no se asoció de forma estadísticamente significativa con el aumento o la disminución del riesgo de sufrir esta enfermedad.
La sustitución de componentes dietéticos: una cuestión de máxima importancia en epidemiología nutricional
Cuando se estudió el reemplazo de algunos componentes dietéticos, la sustitución de 100 kcal al día de carne roja y procesada por 100 kcal al día de pescado graso, yogur, queso o huevos, se asoció con una disminución del riesgo del 20% de sufrir el evento. El consumo de carne roja y procesada se asoció positivamente con la concentración sérica de colesterol no HDL y con la presión arterial sistólica y la ingesta de queso se asoció inversamente con los niveles de colesterol sérico no HDL.
Algunas consideraciones para tener en cuenta
Aunque no está claro si las asociaciones con la carne roja y procesadas y el queso reflejan causalidad, estas observaciones han sido consistentes con las asociaciones de estos alimentos en relación con los niveles de colesterol no HDL y en relación al incremento de la presión arterial sistólica en el caso del consumo de carnes rojas y procesadas.
Conclusiones
En la cohorte EPIC, el riesgo de cardiopatías isquémicas se asoció positivamente con la ingesta de carnes rojas y procesadas y se asoció inversamente con el consumo de lácteos (yogur y queso) y huevos.
Enlace a la referencia
Para obtener más información y consultar el artículo completo puede acceder al siguiente enlace:
https://www.ahajournals.org/doi/abs/10.1161/CIRCULATIONAHA.118.038813?af=R#.XL3TeoibJ6x