Se han publicado recientemente dos importantes estudios que relacionan el consumo de bebidas azucaradas y / o edulcoradas con la mortalidad global por todas las causas y por causas específicas:
– Bebidas edulcoradas y accidentes cerebrovasculares, cardiopatía coronaria y mortalidad global por todas las causas, en el estudio Women Health Initiative.
– Consumo a largo plazo de bebidas azucaradas y edulcoradas y riesgo de mortalidad en adultos de Estado Unidos, en los estudios Health Professional’s Follow-up study y Nurses’ Health study).
Datos obtenidos en el primer estudio
En el primero de estos estudios, el objetivo fue estudiar la asociación entre el consumo de bebidas edulcoradas y eventos cardiovasculares como el derrame cerebral y sus subtipos, enfermedad coronaria y mortalidad global, en un estudio de cohortes con mujeres posmenopáusicas estadounidenses. La muestra fue de casi 82.000 mujeres pertenecientes al del estudio observacional Women Health Initiative, estudio multicéntrico longitudinal con más de 93.000 mujeres posmenopáusicas de entre 50 -79 años (1993-1998).
Resultados sobre bebidas edulcoradas
Un resultado destacable es que casi el 65% de los participantes no consumían de forma frecuente este tipo de bebidas edulcoradas (nunca o menos de 1 ración a la semana) y solo el 5,1% ingería 2 o más bebidas al día. Aquellos que consumieron la categoría más alta de bebidas edulcoradas en comparación con los que consumían nunca o menos de 1 ración en semana, tuvieron una probabilidad significativamente mayor, de padecer casi todos los eventos cardiovasculares evaluados en este estudio. Los modelos ajustados mostraron que los HR aumentaban un 23% (IC 95%=1,02–1,47) para todo tipo de accidentes cerebrovasculares; para accidentes cerebrovasculares isquémicos un aumento del 31% (IC 95% = 1,06–1,63; incremento del 29% para la enfermedad coronaria (IC 95%= 1,11–1,51) y un aumento del 16% (IC 95%= 1,07–1,26) para la mortalidad global. En mujeres sin antecedentes de ECV o diabetes mellitus, el alto consumo de bebidas edulcoradas se asoció con un aumento de más del doble en el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares isquémicos por oclusión arterial = 2,44 (IC 95%= 1,47–4,04). Por otra parte, un alto consumo de bebidas edulcoradas se asoció con un riesgo significativamente mayor de accidente cerebrovascular isquémico en mujeres con obesidad; HR=2,03 (IC 95%= 1,38–2,98).
La principal conclusión de este estudio fue que una mayor ingesta de bebidas edulcoradas se asoció con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, en particular con el subtipo de oclusión arterial, la enfermedad coronaria y la mortalidad global.
Datos obtenidos en el segundo estudio
En el segundo estudio citado se evaluó si el consumo de bebidas azucaradas y bebidas edulcoradas estaba asociado con un aumento del riesgo de mortalidad. Para ello, se estudiaron las asociaciones entre el consumo de estos dos tipos de bebidas y el riesgo de mortalidad global y por causas específicas entre casi 38.000 hombres pertenecientes al estudio Health Professional’s Follow-up study (1986 a 2014) y casi 81.000 mujeres del estudio Nurses’ Health study (1980 a 2014) que no presentaban enfermedades crónicas al comienzo del estudio.
Algunos de los resultados principales fueron que se documentaron 36.436 muertes, de las cuales 7.896 fueron por ECV y 12.380 por cáncer, que ocurrieron a una tasa de 3.415.564 personas-años de seguimiento.
Resultados sobre bebidas azucaradas
Después de ajustar por numerosos factores de la dieta y de los estilos de vida, el consumo de bebidas azucaradas se asoció con un aumento del riesgo de mortalidad total. Se establecieron diferentes grupos, por categorías de consumo (<1 ración al mes; entre 1–4 raciones al mes, 2–6 raciones a la semana; entre 1- <2 raciones al día y mayor o igual a 2 raciones al día fueron respectivamente = 1,00 (categoría de referencia), 1,01 (IC 95%= 0,98-1,04); 1,06 (IC 95%=1,03-1,09); 1,14 (IC 95%=1,09-1,19) y 1,21 (IC 95%, 1.13-1.28; p-tendencia <0,0001).
La asociación que fue observada respecto a la mortalidad por ECV (HR, comparando las categorías extremas fue de un incremento del 31% (HR=1,31; IC 95%=1,15-1,50, p-tendencia <0,0001) y un aumento del riesgo de mortalidad por cáncer del 16% (HR=1,16; IC 95%=1,04- 1,29, p-tendencia=0,0004).
Resultados sobre bebidas edulcoradas
Las bebidas edulcoradas se asociaron con un incremento de la mortalidad global y específica por ECV solo en la categoría de consumo más alta. Para la mortalidad global, el aumento del riesgo en todas las categorías fueron los siguientes: 1,00 (categoría de referencia); 0,96 (0,93-0,99); 0,97 (0,95-1,00); 0,98 (0,94-1,03) y 1,04 (1,02-1,12), p-tendencia = 0,01. Respecto a la mortalidad específica por ECV se observaron HR con resultados muy similares = 1,00 (categoría de referencia); 0,93 (0,87-1,00); 0,95 (0,89-1.00); 1,02 (0,94-1,12) y 1,13 (1,02-1,25) p-tendencia=0,02). Es destacable que en relación al análisis específico de la cohorte, las bebidas edulcoradas se asociaron con la mortalidad en el Nurses’ Health study, pero no se observó esta asociación en el Health Professional’s Follow-up study. Las bebidas edulcoradas no se asociaron con la mortalidad por cáncer en ninguna de las cohortes.
La principal conclusión observada en este estudio fue que la ingesta de bebidas azucaradas se asoció de forma positiva con un aumento de la mortalidad, fundamentalmente incremento de la mortalidad por ECV, observándose un aumento gradual según la dosis consumida. La asociación positiva que se encontró entre el consumo alto de bebidas edulcoradas y la mortalidad global y por ECV entre las mujeres requiere que se realicen más estudios para poder estudiar más esta asociación.
En relación con el segundo estudio, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) realizó un pronunciamiento expresando que es necesario recalcar que solo la categoría de ingesta más alta se asoció con el aumento de la ECV, respecto a la mortalidad solo se encontró en el estudio en mujeres, pero no en los hombres. Es importante destacar que no se encontró una asociación con la mortalidad específica por cáncer en ninguno de los estudios. En este estudio, los autores afirman que las bebidas edulcoradas podrían utilizarse como sustituto de las bebidas azucaradas entre las personas que de forma habitual consuman bebidas azucaradas. Es importante comentar que después de ajustar por diferentes factores de confusión como hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular durante el seguimiento del estudio, disminuyó la fuerza de esta asociación entre las bebidas edulcoradas y el riesgo de mortalidad global en mujeres, lo que podría explicar causalidad inversa y que los factores de confusión podrían explicar la asociación observada solo para una ingesta diaria muy alta de bebidas edulcoradas para ECV en el caso de las mujeres, aunque no se observó este efecto en hombres. En este estudio, también se observó cómo reemplazar 1 ración al día de bebidas azucaradas por 1 ración al día de bebidas edulcoradas se asoció con una disminución del riesgo de un 4% para la mortalidad global, una disminución del 5% del riesgo de mortalidad específica por ECV y un 4% menos de riesgo de mortalidad específica por cáncer.
Enlaces a las referencias
Para acceder a los documentos completos, puede consultar los siguientes enlaces:
https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/STROKEAHA.118.023100
https://www.ahajournals.org/doi/abs/10.1161/CIRCULATIONAHA.118.037401?af=R
Para acceder al enlace del posicionamiento de la Asociación Internacional de Edulcorantes puede consultar el siguiente enlace: