Se ha publicado recientemente en la revista British Journal of Nutrition, una investigación original sobre si la ingesta de aguacate podría asociarse con una reducción de la incidencia de la hipertensión en mujeres de México.
A continuación, os mostramos un resumen de la investigación original que han desarrollado estos autores. La autoría original de este manuscrito corresponde a Adriana Monge, Dalia Stern, Adrian Cortés-Valencia, Andrés Catzín-Kuhlmann, Martín Lajous y Edgar Denova-Gutiérrez.
Para comenzar
El aguacate es una fruta rica en fibra y en otros componentes dietéticos muy interesantes como, potasio, Mg, mono y ácidos grasos poliinsaturados y fitoquímicos bioactivos. Estos componentes nutricionales se han asociado con la mejora de la salud cardiovascular. Sin embargo, a pesar de que se ha producido un incremento muy importante del consumo de aguacate, todavía no hay evidencias sobre su asociación con el riesgo de enfermedad cardiovascular en población general.
Algunas cuestiones metodológicas
Para estimar la asociación prospectiva entre el consumo de aguacate y la hipertensión incidente en mujeres de México, los autores estudiaron participantes de la Cohorte de Maestros Mexicanos que tenían ≥ 25 años, sin hipertensión, ECV y cáncer al inicio del estudio (n = 67.383). Se evaluó el consumo basal de aguacate con un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos semicuantitativo, CFC. Las categorías para valorar la ingesta oscilaron desde nunca a seis o más veces por semana.
Se identificaron los casos de hipertensión incidentes si los participantes autodeclaraban que habían sido diagnosticado de esta enfermedad y recibían tratamiento. Para evaluar la relación entre categorías de consumo de aguacate (tomando la más baja como referencia) y la hipertensión incidente, se estimaron las tasas de incidencia (Incidence Rate Ratios, IRR) y los intervalos de confianza (IC) del 95 % utilizando modelos de regresión de Poisson y ajustando los modelos a potenciales factores de confusión.
Principales resultados
Los investigadores de este estudio, identificaron 4002 casos incidentes de hipertensión durante un total de 158.706 años-persona en un seguimiento medio de 2,2 años. La tasa de incidencia de la hipertensión fue de 25,1 casos por 1000 personas-año. La mediana del consumo de aguacate fue de 1,0 (rango intercuartil: 0,23 – 1,0) porción a la semana, lo que equivale a medio aguacate. Después de controlar por numerosos factores de confusión, el consumo de más de 5 porciones por semana de aguacate se asoció con una disminución del 17% en la tasa de hipertensión, en comparación con los no consumidores o que ingerían pocas cantidades (IRR = 0,83; IC del 95 %: 0,70 – 0,99; p trend = 0,01).
Para profundizar: fortalezas y debilidades de este estudio
Algunas de las cuestiones más destacables de esta investigación, se detallan a continuación. Esta investigación, es una cohorte de base poblacional, con un diseño prospectivo, con un gran tamaño de muestra y que tenía datos disponibles sobre factores de riesgo de hipertensión. Por otra parte, esta investigación presentó algunas limitaciones como que esta enfermedad fue autodeclarada. Sin embargo, otros estudios de cohortes han utilizado un diagnóstico de hipertensión autodeclarado y han podido comprobar que es válido.
Tal y como indican los autores, la denominada exposición de este estudio, es decir, el consumo de aguacate se evaluó mediante un CFC validado. Sin embargo, la validación se realizó a nivel de nutrientes y no de alimentos individuales. En otros CFC utilizados en diferentes países de América Latina, las frutas y verduras han demostrado presentar un alto porcentaje de acuerdo exacto en la categorización cuantificada en comparación con la estimación de la dieta mediante un recordatorio 24 horas. La mediana de seguimiento fue de 2,2 años, lo que limita las conclusiones de estos autores respecto de los efectos a largo plazo de la ingesta de aguacate en relación con la incidencia de la hipertensión. También es necesario indicar como afirma los propios autores, que obtuvieron aproximadamente un 17% de pérdidas durante el seguimiento, lo que podría haber introducido un sesgo de selección.
Es destacable, que se compararon las características basales de las mujeres que formaban parte de la población del estudio y las que se perdieron durante el seguimiento y los autores observaron que los dos grupos presentaban algunas diferencias importantes. Dentro de estos hallazgos, era destacable que los participantes con un cuestionario de seguimiento utilizaban más internet, consumían más suplementos de multivitaminas y presentaban antecedentes familiares de hipertensión. A pesar de estas diferencias, los autores indican que no creen que se haya introducido ningún sesgo de los principales factores de confusión ya que estos factores fueron similares entre los grupos. Alrededor del 17% de los participantes fueron excluidos debido a que su CFC no fue válido, por lo que se compararon las características de los que no fueron excluidos y los que sí lo fueron. Los autores han encontrado que los dos grupos sólo se diferenciaban en que los participantes excluidos eran más propensos a presentar menores niveles de actividad física, menos antecedentes familiares de hipertensión y tomar menos multivitamínicos.
Una idea clave
Según indican los propios autores, el consumo de aguacate podría ser un marcador de un estilo de vida saludable. Por ello, se ha realizado un análisis de sensibilidad para evaluar si el aguacate tiene algún efecto en los participantes con un estilo de vida poco saludable o una dieta poco saludable. Los resultados que han observado estos autores son coherentes con la hipótesis de que el efecto del consumo de aguacate en relación a la hipertensión no se debe a que sea un marcador de un estilo de vida saludable ni de una dieta saludable. Por último, los autores han realizado este estudio de forma exclusiva en mujeres docentes lo que incrementa la validez interna de nuestros resultados, pero puede disminuir la generalidad de estos resultados. Sin embargo, los autores no creen que las profesoras difieran biológicamente de las mujeres con otras ocupaciones o la distribución de la edad.
Conclusión
El consumo frecuente de aguacate (2,5 aguacates a la semana) se asoció con una menor incidencia de hipertensión en una cohorte de mujeres mexicanas. El estudio de estos autore4s sugiere que los profesionales de la salud podrían recomendar el consumo de aguacate como parte de una dieta saludable y sugiere que hay evidencias para que los responsables políticos promuevan el acceso y que pueda ser más asequible la ingesta de esta fruta.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace: