Se ha publicado recientemente en la revista BMJ, una revisión sistemática y meta-análisis una comparación de siete programas dietéticos estructurados que son conocidos y el riesgo de mortalidad y de eventos cardiovasculares mayores en pacientes que presentan alto riesgo cardiovascular.
A continuación, os mostramos un resumen de esta publicación. La autoría original de esta revisión sistemática y meta-análisis corresponde a Giorgio Karam, Arnav Agarwal, Behnam Sadeghirad, Matthew Jalink, Christine L Hitchcock, Long Ge, Ruhi Kiflen, Waleed Ahmed, Adriana M Zea, Jovana Milenkovic, Matthew AJ Chedrawe, Montserrat Rabassa, Regina El Dib, Joshua Z Goldenberg, Gordon H Guyatt, Erin Boyce y Bradley C Johnston.
Para comenzar: lo que ya se conoce sobre esta temática
Las recomendaciones dietéticas aconsejan el seguimiento de diversos programas dietéticos (junto con la práctica de actividad física y otras cointervenciones) para los pacientes que presentan alto riesgo cardiovascular. Sin embargo, en ocasiones estas evidencias pueden basarse en pruebas poco fiables, como estudios no aleatorizados o resultados indirectos. Las revisiones sistemáticas de ensayos aleatorizados con mortalidad y resultados cardiovasculares, han observado los beneficios de los programas dietéticos, pero no han utilizado meta-análisis en red para ofrecer estimaciones absolutas y estudiar la certeza de las estimaciones para pacientes con un riesgo intermedio o alto.
Objetivo
El objetivo de estos autores fue determinar la eficacia de los programas dietéticos estructurados y de conductas saludables para la prevención de la mortalidad y los eventos cardiovasculares en pacientes con un mayor riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular (ECV).
Algunas cuestiones metodológicas muy importantes
En relación con el diseño, los investigadores realizaron una revisión sistemática y meta-análisis en red de ensayos controlados aleatorizados (ECA). Respecto a las fuentes de datos, se utilizaron AMED (Allied and Complementary Medicine Database), CENTRAL (Cochrane Central Register of Controlled Trials), Embase, MEDLINE, CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature) y ClinicalTrials.gov hasta septiembre de 2021.
Respecto a la selección de estudios, fueron elegidos los ECA de pacientes con mayor riesgo, estudios que compararan programas dietéticos con intervención mínima (por ejemplo, un folleto con recomendaciones de una dieta saludable) o programas alternativos con al menos nueve meses de seguimiento y que informaran sobre la mortalidad o eventos cardiovasculares graves (como ictus o infarto de miocardio no mortal). Además de la intervención dietética, los programas dietéticos también podrían incluir ejercicio, apoyo conductual y otras intervenciones secundarias, como el tratamiento farmacológico. Los resultados y las medidas principales que estudiaron estos autores fueron la mortalidad por todas las causas, la mortalidad específica por cardiovascular y los eventos cardiovasculares individuales (ictus, infarto de miocardio no mortal e intervenciones cardiovasculares no planificadas).
Los métodos de revisión consistieron en que dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y realizaron una evaluación del riesgo de sesgo. Los autores realizaron un meta-análisis en red de efectos aleatorios mediante un enfoque frecuentista y emplearon la gradación de la evaluación de las recomendaciones, desarrollo y evaluación de recomendaciones (GRADE, Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation) para determinar la certeza de la evidencia para cada resultado.
Principales resultados
Los autores de esta publicación identificaron 40 ECA elegibles con 35.548 participantes en siete programas dietéticos (bajo en grasas, 18 estudios; mediterráneo, 12; muy bajo en grasas, 6; grasa modificada, 4; combinado bajo en grasa y bajo en sodio, 3; Ornish, 3; y Pritikin, 1. En el último seguimiento notificado, basado en evidencias de certeza moderada, los programas mediterráneos demostraron ser superiores a la intervención mínima para la prevención de la mortalidad por todas las causas (odds ratio, OR = 0,72, intervalo de confianza del 95%: 0,56 – 0,92; pacientes riesgo intermedio: diferencia de riesgo 17 menos por 1000 personas de seguimiento durante cinco años), mortalidad cardiovascular (0,55, 0,39 – 0,78; 13 menos por 1000), ictus (0,65, 0,46 – 0,93; 7 menos por 1000), infarto de miocardio no mortal (0,65; 0,46 – 0,93; 7 menos por 1000), infarto de miocardio no mortal (0,48, 0,36 – 0,65; 17 menos por 1000). Basándose en evidencias de certeza moderada, los programas bajos en grasas demostraron ser superiores a la intervención mínima para la prevención de la mortalidad por todas las causas (0,84, 0,74 – 0,95; 9 menos por 1000) e infarto de miocardio no mortal (0,77, 0,61 – 0,96; 7 menos por 1000). Los efectos absolutos de ambos programas dietéticos fueron más pronunciados en los pacientes de alto riesgo.
Los autores no encontraron diferencias convincentes entre los programas mediterráneos y los de bajo contenido en grasa para la mortalidad o el infarto de miocardio no mortal. Los cinco programas dietéticos restantes tuvieron en general poco o ningún beneficio en comparación con una intervención mínima (certeza baja a moderada).
Lo que añade este estudio
Este meta-análisis en red comparó los efectos de diferentes programas dietéticos sobre algunos resultados clínicos, como la mortalidad y los eventos cardiovasculares, utilizando GRADE – gradación de la valoración, el desarrollo y la evaluación de las recomendaciones-. Las evidencias de certeza moderada muestran que las dietas mediterráneas y bajas en grasas reducen la mortalidad por todas las causas y el infarto de miocardio no mortal en pacientes con mayor riesgo cardiovascular y que la dieta mediterránea no fue superior a la dieta baja en grasas para estos resultados. Las evidencias de certeza moderada indican beneficios de la dieta mediterránea para reducir el riesgo de ictus, mientras que una dieta baja en grasas mostró poco o ningún efecto positivo en la reducción del ictus.
Conclusiones
Las evidencias de certeza moderada muestran que los programas que promueven las dietas mediterránea y baja en grasas, con o sin actividad física u otras intervenciones, reducen la mortalidad por todas las causas y los infartos de miocardio no mortales en pacientes con alto riesgo cardiovascular. Es probable que los programas mediterráneos reduzcan el riesgo de ictus. Otros programas dietéticos no fueron superiores a la intervención mínima.
Si quieres aprender más sobre los patrones dietéticos
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Para conocer más sobre GRADE
GRADE es un enfoque sistemático para calificar la fiabilidad de las evidencias en las revisiones sistemáticas y otras síntesis de evidencias. Para más información sobre el Grupo de Trabajo GRADE puede entrar en la siguiente página: www.gradeworkinggroup.org.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace: