Se ha publicado recientemente en la revista Nutrients, un estudio original sobre la asociación entre la ingesta dietética de productos finales de glicación avanzada y el deterioro cognitivo en ancianos que viven en la comunidad.
A continuación, os mostramos un resumen de esta investigación. La autoría original de esta publicación científica corresponde a Michal Schnaider Beeri, Roni Lotan. Jaime Uribarri, Sue Leurgans, David A. Bennett y Aron S. Buchman.
Para comenzar
Los productos finales de glicación avanzada (advanced glycation end products, AGE) derivados de la dieta varían según los distintos tipos de alimentos y los métodos empleados en su preparación. La ingesta de estos compuestos podría contribuir a diversas enfermedades crónicas.
Objetivo de esta investigación
El objetivo del estudio de estos autores fue investigar las asociaciones de los AGE dietéticos (dAGEs) en relación con el deterioro cognitivo en adultos mayores.
Algunas cuestiones metodológicas importantes
En esta investigación se incluyeron adultos mayores sin demencia (n = 684) a los que se les realizaron pruebas cognitivas como la puntuación cognitiva global basada en cinco dominios cognitivos. Los autores modificaron un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos previamente validado y diseñado para evaluar la dAGE. El cuestionario modificado evaluaba el tamaño de las porciones y la frecuencia de consumo de seis grupos de alimentos (carne, aves, pescado, queso, productos para untar y alimentos procesados), así como su método de preparación. El dAGE era la suma de las puntuaciones de los seis grupos de alimentos.
Desde el punto de vista estadístico, los autores utilizaron modelos lineales de efectos mixtos para examinar la asociación entre la dAGE basal y el deterioro cognitivo. En todos los modelos, se ajustó por la edad, el sexo, la educación, la raza y el índice de masa corporal (IMC).
Principales resultados observados
En este estudio, el seguimiento medio fue de 3,0 años. Los dAGE basales más elevados se asociaron con una tasa más rápida de deterioro cognitivo global (estimación = -0,003 (error estándar = 0,001, valor p = 0,015). Esta asociación fue impulsada por la memoria episódica (-0,004 (0,002, 0,013)) y la velocidad perceptiva (-0,003 (0,001, 0,049)), pero no por la memoria semántica, la memoria de trabajo y los dominios visoespaciales.
Es importante mencionar que estas asociaciones no fueron atenuadas al controlar por algunas factores de muy interesantes como los relacionados con el riesgo cardiovascular y diversas enfermedades, entre las que cabe destacar la diabetes. Los niveles de dAGE procedentes de los grupos de alimentos específicos, no se asociaron con el deterioro cognitivo.
Para profundizar
En los últimos años, ha crecido el interés por los efectos de la nutrición, factor de riesgo modificable, en relación con el deterioro cognitivo en la vejez. De forma específica, algunos patrones dietéticos, como la dieta mediterránea, la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) y la dieta MIND (MedDiet-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay), de más reciente estudio, han mostrado asociaciones prometedoras con la cognición. Estas dietas se centran en la ingesta de tipos de alimentos o nutrientes específicos que pueden tener efectos neuroprotectores (como las verduras y el pescado) o neurotóxicos (como los alimentos ricos en grasas saturadas). Según los autores de esta publicación, es destacable que los trabajos anteriores se han centrado en el tipo y la cantidad de los tipos de alimentos, pero con una escasez de datos sobre cómo se prepararon los alimentos.
Los niveles circulantes de AGE, que contribuyen a diversos resultados adversos para la salud, se ven afectados por el consumo dietético de AGE. La cocción a altas temperaturas de una gran variedad de alimentos de origen animal, con algunas técnicas culinarias como la fritura o el asado a la parrilla, genera niveles más altos de AGE en comparación con la cocción de productos no cárnicos o alimentos cocinados a temperaturas más bajas, como hervidos o cocer al vapor.
El cuestionario sobre los dAGE elaborado para este estudio, empleaba varias de las características básicas de los cuestionarios convencionales de frecuencia de alimentos utilizados para evaluar los patrones dietéticos de las dietas mediterráneas, la dieta DASH y la dieta MIND, incluidas la cantidad y la frecuencia de consumo de los tipos de alimentos utilizados. Sin embargo, el cuestionario dAGE incluye preguntas específicamente sobre los métodos de cocción. Las modificaciones en los dAGE de una versión anterior más larga, se hicieron para facilitar el despliegue del cuestionario dAGE en un estudio de cohortes en curso de un gran número de adultos mayores que viven en la comunidad. La versión dAGE modificado se correlacionó con el cuestionario original validado que se ha aplicado en estudios anteriores más pequeños. Por consiguiente, esta investigación amplía los estudios anteriores y demuestra que los niveles estimados más altos de dAGE se asocian con un deterioro cognitivo más rápido. No obstante, se necesitan más estudios clínicos y sobre los mecanismos moleculares subyacentes de todas las asociaciones, para poder obtener conclusiones más robustas de estas relaciones.
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Conclusión
Los niveles más altos de AGE dietéticos en personas mayores se asocian con un deterioro cognitivo más rápido. Estos datos respaldan la importancia de la dieta y que su modificación podría prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo tardío.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalles sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace: