Recientemente se ha publicado un artículo en la revista J Acad Nutr Diet, sobre la asociación entre la ingesta de frutas y verduras y el microbioma intestinal y los biomarcadores dietéticos circulantes en una cohorte multiétnica.
Para comenzar
Los resultados de los estudios observacionales sugieren que un patrón dietético saludable influye de forma favorable en el microbioma intestinal humano. El consumo de frutas y verduras suele ser un factor clave contribuyendo de forma muy importante a mejorar la calidad de la dieta global.
El objetivo de esta investigación
El objetivo de este estudio fue evaluar las medidas de diversidad y abundancia de bacterias intestinales en relación con biomarcadores séricos relacionados con la ingesta de frutas y verduras.
Algunas cuestiones metodológicas importantes
Respecto al diseño, se realizaron análisis secundarios procedentes de datos transversales. Los participantes fueron hombres y mujeres de Los Ángeles, CA, y Hawai’i que participaron en el estudio multiétnico Cohorte Adiposity Phenotype de los años 2013 a 2016 (N = 1709).
Las principales medidas estudiadas como resultado fueron la diversidad y la composición del microbioma intestinal en relación con biomarcadores dietéticos. Se determinaron carotenoides (betacaroteno, alfa caroteno, criptoxantinas, luteína, licopeno y zeaxantina), tocoferol (α, β, + ϓ y d) y retinol. en el suero. La diversidad y composición de los subtipos α, β del microbioma intestinal del ADN bacteriano, se determinó a partir de muestras fecales recogidas por el propio paciente. En relación a los análisis estadístico, las diferencias globales en los perfiles de la comunidad microbiana en relación con los biomarcadores dietéticos se evaluaron mediante un análisis multivariable de la varianza. Las asociaciones de la diversidad respecto a α es estudiaron mediante el índice de Shannon, la diversidad de β mediante el UniFrac ponderado y no ponderado. Respecto a la abundancia de los filos y los géneros se realizaron transformaciones logarítmicas y se aplicaron regresiones lineales ajustadas por algunas covariables.
Principales resultados
El aumento de las concentraciones de carotenoides totales, betacaroteno, alfacaroteno, criptoxantina y licopeno se asoció con una mayor diversidad bacteriana intestinal, según el índice de Shannon (valor de p < 0,001). Las concentraciones de tocoferol total, α-tocoferol y d-tocoferol contribuyeron de forma significativa a más del 1% de la variación del microbioma en la comunidad bacteriana intestinal: tocoferol total, 1,74%; α-tocoferol, 1,70%; y d-tocoferol, 1,16% (valor de p < 0.001). Un mayor número de carotenoides totales se asoció a una mayor abundancia de algunos géneros relevantes para el metabolismo microbiano de los macronutrientes, siendo esta asociación estadísticamente significativa (valor p < 0,001).
En este estudio transversal con una muestra de 1709 sujetos de una cohorte multiétnica, los autores observaron que las mayores concentraciones de tocoferol y carotenoides en suero se asociaron con una mayor diversidad bacteriana y explicaron algunas variaciones en la abundancia bacteriana. Además, las mayores concentraciones de retinol en suero se asociaron de forma significativa con una menor diversidad y no contribuyeron a la variación general de la abundancia bacteriana.
Para profundizar: fortalezas y limitaciones de este estudio
Esta investigación presenta algunas fortalezas que es importante destacar. La composición multiétnica de la cohorte ha permitido la exploración y el estudio pormenorizado de las diferencias por etnia. Esta cuestión es muy importante debido a que algunas etnias que se han incluido en este estudio suelen estar menos representadas en la literatura actual sobre el microbioma intestinal. Los biomarcadores de la ingesta dietética de la relación entre la dieta y el microbioma intestinal, es independiente de la información autodeclarada de los individuos. También se debe mencionar, que la muestra para los análisis principales era grande en relación con los estudios observacionales del microbioma.
También hay algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta. El análisis realizado fue transversal, y, por consiguiente, no es posible evaluar la relación temporal entre la ingesta dietética y los perfiles del microbioma en el análisis. Sin embargo, es necesario mencionar que las relaciones entre una medida de los datos del microbioma y con la calidad de la dieta (dos estimaciones de la ingesta dietética) en esta cohorte fueron similares. Por lo tanto, estos datos han sugerido que la ingesta dietética y las correspondientes concentraciones de biomarcadores de la dieta, influyen en la composición del microbioma. En este estudio, los biomarcadores dietéticos y los perfiles del microbioma se midieron sólo una vez, y tanto la dieta como el microbioma intestinal presentan una variación intraindividual que es necesaria tenerla en cuenta. Sin embargo, los micronutrientes liposolubles reflejan la ingesta en el tiempo más que los nutrientes hidrosolubles. Otros trabajos previamente publicados indican que una sola muestra del microbioma proporciona un reflejo razonable de la comunidad del microbioma. Según los autores de esta investigación, el sesgo que se espera de esta variación intraindividual incrementaría la probabilidad detectar menos asociaciones, pero la validez interna debería seguir siendo alta.
La población de mayor edad del estudio podría limitar la generalidad a poblaciones más jóvenes. En general, se necesitan más investigaciones para comprender las diferencias generacionales y de edad respecto al microbioma intestinal. El menor tamaño de las categorías de la muestra en algunos estratos respecto a la etnia ha limitado la potencia para detectar algunas asociaciones. Debido al pequeño tamaño de las muestras en algunos grupos étnicos, los autores no han podido realizar análisis exploratorios de la composición del microbioma estratificado según sexo y etnia.
Estudios futuros
Para avanzar en este campo de investigación, es necesaria la realización de más estudios, más amplios y diversos, para comprender mejor cómo las características inherentes a la muestra de población (etnia, sexo o edad) interactúan con la dieta para modificar el microbioma intestinal. Aunque estas limitaciones indican que hay que realizar una interpretación con cautela de estos resultados, existen resultados importantes que contribuyen a una mejor comprensión del microbioma humano. También son necesarios trabajos adicionales en el futuro para poder dilucidar cómo influyen estas evidencias en la salud del huésped.
Conclusiones
Los biomarcadores objetivos de la ingesta de frutas y verduras, en particular los carotenoides, se asocian de forma favorable con la composición y la diversidad bacteriana intestinal, según los resultados de esta población multiétnica. Estos hallazgos aportan nuevas evidencias de que la ingesta de frutas y de verduras está relacionada con la composición bacteriana del intestino.
Enlace a la referencia
Para entrar al artículo completo y obtener más información detallada, puede acceder al siguiente enlace:
https://jandonline.org/article/S2212-2672(21)00373-7/fulltext