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Recientemente, se ha publicado un artículo en la revista European Journal of Epidemiology sobre la asociación entre el consumo de carne roja, procesada y otras fuentes de proteínas y el riesgo de mortalidad global y por causas específicas en el estudio The Netherlands Cohort Study.
Consumo de carne y salud
La carne procesada y la carne roja es uno de los grupos que más se han estudiado en la literatura científica debido a que se han asociado con un aumento de la mortalidad. Sin embargo, en muchos estudios aún las asociaciones son inconsistentes, en especial cuando se estudian todos los tipos de carnes de forma conjunta.
Por otra parte, son pocos los estudios que han investigado la sustitución de algunas fuentes de proteínas como las carnes por otros alimentos considerados más saludables y con mayores beneficios para la salud como los pescados o los huevos.
El objetivo de este estudio fue estudiar la relación entre la mortalidad global y por causas específicas con la carne roja, carnes procesadas y otras fuentes de proteína dietéticas en el estudio The Netherlands Cohort Study.
La metodología del estudio
La muestra de población de este estudio se basó en más de 120.000 hombres y mujeres adultos que proporcionaron información sobre la dieta y sobre factores de los estilos de vida. Se les realizó un seguimiento de la mortalidad hasta 1996. Se realizaron análisis multivariables aso-cohorte basados en más de 8000 muertes y con más de 3000 miembros de la subcohorte con información completa sobre la dieta, así como el estudio de numerosas variables potencialmente confusoras como edad, sexo, hábito tabáquico, diabetes, IMC, actividad física, niveles de educación, consumo de alcohol, ingesta de frutas y verduras, ingesta energética total, suplementos nutricionales y terapia hormonal sustitutiva.
La asociación entre el consumo de carne, nitritos y mortalidad
El consumo de carne roja no procesada no se asoció con la mortalidad global ni la mortalidad por causas específicas. La ingesta de carne procesada se relacionó positivamente de forma estadísticamente negativa con la mortalidad. Comparando el quintil de mayor consumo frente al de menor, se produjo un aumento del 21% (IC 95%, entre el 2-44%, p-trend 0,049). Se observaron asociaciones significativas en el caso de la enfermedad cardiovascular, aumento del 26% y respiratorias 79%. No se encontraron asociaciones estadísticamente significativas en relación con la mortalidad por cáncer. Al realizar al ajuste por la ingesta de nitritos se atenuaron estas asociaciones llegando a ser estadísticamente no significativas. Los nitritos se asociaron de forma estadísticamente significativa con la mortalidad global, por ECV y respiratoria.
Otras fuentes de proteínas dietéticas
El consumo de carne de aves se asoció de forma inversa estadísticamente significativa con el cáncer y la mortalidad global. La ingesta de pescado se asoció de forma positiva, la ingesta de frutos secos de forma inversa con todas las variables resultado evaluadas en este estudio.
Reemplazar la carne procesada por una combinación de carnes de aves, huevos, pescado, legumbres, frutos secos y productos lácteos bajos en grasas, se asociaron con menores riesgo de mortalidad global, cardiovascular y respiratoria. El consumo de carne procesada se relaciono con un aumento de la ECV, la mortalidad por enfermedad respiratoria, que se debería potencialmente a los nitritos.
Conclusión
En este estudio, se puedo observar como la sustitución de la carne procesadas por otras fuentes de proteínas dietéticas se asoció con menor riesgo de mortalidad.
Enlace a la referencia
Para consultar el artículo completo, puede acceder a través del siguiente enlace: https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10654-019-00483-9