Se ha publicado recientemente en la revista JAMA Internal Medicine un artículo sobre la asociación entre la ingesta de diferentes tipos de proteínas y de la mortalidad global por todas las causas y por causas específicas.
El punto de partida
En este artículo, la pregunta de investigación general fue cuál era la asociación a largo plazo del consumo de diferentes fuentes de proteínas de la dieta y la mortalidad por todas las causas o por causas específicas en una muestra amplía de población japonesa. La evidencia de los estudios epidemiológicos en relación con los efectos a largo plazo de un mayor consumo de proteínas en la dieta sobre la mortalidad en la población general es un tema de gran interés y que aun, en especial, para algunas fuentes de proteínas, genera ciertas controversias. El objetivo de este estudio fue evaluar las asociaciones entre la ingesta de proteínas animales y vegetales y la mortalidad global por todas las causas y mortalidad por causas específicas.
Principales cuestiones metodológicas
Este estudio de cohortes prospectivo incluyó a más de 70.000 sujetos de la cohorte prospectiva basada en el Centro de Salud Pública de Japón, con edad entre de 45-74 años, que no presentaban antecedentes de cáncer, enfermedad cerebrovascular o cardiopatía isquémica cuando se comenzaba el estudio. Los datos se recopilaron desde enero de 1995 hasta diciembre de 1999, con un seguimiento completo hasta diciembre de 2016. Durante el seguimiento de esta cohorte, se documentaron 12.381 muertes.
La información sobre la ingesta dietética se estimó a través de un cuestionario de frecuencia de alimentos validado, para estudiar la ingesta de proteínas en todos los participantes. Los participantes fueron clasificados según quintiles por su consumo de proteínas (porcentaje de la ingesta energética total). Respecto al análisis estadístico, se calcularon los Hazard Ratios (HRs) y sus intervalos de confianza al 95% para la mortalidad global por todas las causas y por causas específicas utilizando modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox y controlando por numerosos factores de confusión.
Los resultados más destacables
De entre los 70. 696 sujetos del estudio, el 45,5% fueron hombres con una media de la edad de 55,6 años y el 54,5 % fueron mujeres con una edad de 55,8 años. Respecto a la ingesta de proteína animal, no se observó una asociación clara con la mortalidad global o por causas específicas.
Es destacable que la ingesta de proteína vegetal se asoció de forma inversa, con una mortalidad global más baja: HR=0,89 (IC 95%, 0,83-0,95) para el quintil 2; HR=0,88 (IC 95%, 0,82-0,95) para el quintil 3; HR=0,84 (IC 95%, 0,77-0,92) para el quintil 4; y HR=0,87 (IC 95%, 0,78-0,96) para el quintil 5, siendo el quintil 1 la categoría de referencia (valor p de tendencia=0,01); resultados de los modelos multivariantes ajustados por factores de confusión. Para la mortalidad por causas específicas, esta asociación con la ingesta de proteínas vegetales fue evidente en el caso de la mortalidad relacionada con enfermedad cardiovascular (ECV) (HR=0,84 (IC 95%, 0,73-0,96) a HR=0,70 (IC 95%, 0,59-0,83); valor p de tendencia = 0,002). La sustitución de la proteína de carne procesada se asoció con una mortalidad total más baja (HR=0,54; IC 95%, 0,38-0,75) y una disminución de la relacionada con cáncer (HR=0,50; IC 95%, 0,30-0,85).
Principales hallazgos encontrados en este trabajo
En este estudio de cohortes, en el cual se siguió durante una media de 18 años a 70.696 adultos japoneses, un mayor consumo de proteína vegetal se asoció con una menor mortalidad global. La sustitución de proteína vegetal por proteína animal, principalmente por proteína procedente de carnes rojas o carnes procesadas, se asoció con una disminución del riesgo de mortalidad global y de mortalidad específica por cáncer y por enfermedades cardiovasculares. Por consiguiente, un mayor consumo de proteínas de origen vegetal puede contribuir a la salud y la longevidad a largo plazo.
Conclusiones
Según los datos de este estudio de cohortes prospectivo, una mayor ingesta de proteínas vegetales se asocia con una disminución de la mortalidad global y de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. La sustitución de proteína de carnes rojas o carnes procesadas por proteína vegetal, se asoció con una menor mortalidad global y una disminución de la mortalidad específica por cáncer y por enfermedades cardiovasculares ECV.
Enlace a la referencia
Para obtener más información y poder consultar el artículo completo, puede acceder a través del siguiente enlace
https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/2748453