Se ha publicado recientemente en la revista Advances in Nutrition, una revisión sobre los sistemas de puntuación actuales para evaluar la calidad de la dieta mediante metodología a priori y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La calidad de la dieta
Los hábitos dietéticos son un pilar básico de la prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV). Numerosos investigadores han desarrollado índices de calidad de la dieta para ayudar a evaluar y comparar la calidad de la dieta entre varias poblaciones. El desarrollo y validación de todos índices plantea preguntas sobre la selección adecuada de los componentes de los índices de calidad de la dieta para una determinada población. En esta revisión, se han evaluado de forma crítica los índices de calidad de la dieta desarrollados mediante metodología a priori que han sido más aplicados en la literatura científica en estudios epidemiológicos para valorar el riesgo de mortalidad por ECV.
Principales cuestiones metodológicas de importancia
De la búsqueda sistemática que fue realizada, se identificaron 59 estudios observacionales que aplicaron índices de calidad de dieta definidos a priori y el estudio de factores de riesgo de ECV y/ o a la incidencia de ECV o a la mortalidad por ECV. Entre los 31 índices diferentes, los índices de calidad de la dieta a priori fueron clasificados por los autores en tres grandes categorías:
1) aquellos basados en patrones dietéticos específicos del país,
2) aquellos adaptados de distintas pautas dietéticas;
3) índices novedosos específicos de factores clave relacionados con la dieta asociados con el riesgo de ECV.
Las fortalezas y limitaciones de estos índices se describen de acuerdo con los componentes del índice, los métodos de cálculo y la aplicación de estos índices a diferentes grupos de población. Además, se considera la importancia de identificar los desafíos metodológicos a los que se enfrentan los investigadores al aplicar un índice, como la selección y la ponderación de los grupos de alimentos dentro de una puntuación total, ya que los grupos de alimentos no son necesariamente equivalentes en sus asociaciones con ECV. La falta de puntos de corte preestablecidos, la importancia de aumentar los alimentos saludables sin limitar la ingesta de alimentos poco saludables y la ausencia de la validación de puntuaciones con biomarcadores u otros métodos objetivos de evaluación de la dieta, han sido algunas de las cuestiones que han sido evaluadas de forma más crítica en esta publicación
Recomendaciones de las aplicaciones futuras de los índices de calidad a priori y la salud
A continuación, se enumeran las principales recomendaciones que se han descrito en este artículo para su aplicación futura e una mejor interpretación de los índices de calidad de la dieta en estudios epidemiológicos sobre nutrición que investigan la calidad de la dieta y la salud cardiovascular:
- Definir claramente los alimentos, las bebidas, los nutrientes y otros componentes de la dieta, que son incluidos como componentes en los índices, ya que esto permitiría replicar la aplicación del índice desarrollado a priori y observar otros resultados en otras poblaciones.
- Actualización de los índices de calidad de la dieta publicado. Si un autor modifica un índice de calidad de la dieta, debe indicar los cambios realizados y su justificación.
- Sistemas de puntuación claros o estandarizados. Se deben emplear puntos de corte claramente definidos o sistemas de puntuación basados en cantidades especificadas (por ejemplo, en densidad nutricional por cada 1000 kcal).
- Identificar los componentes fundamentales del índice. Informar de la identificación de los componentes claves dentro de cada índice de calidad de la dieta y que potencian y justificarían la asociación de ese índice de calidad de la dieta con las variables resultado evaluadas.
- Precaución a la hora de interpretar los componentes alimentos y los componentes nutrientes, en la puntuación total de un índice de calidad de la dieta. En todos los índices de calidad de la dieta, diversos componentes pueden presentar relaciones sinérgicas o antagónicas, tanto desde el punto de vista del efecto de los alimentos como el de los nutrientes y su posible relación con el evento o la enfermedad que se está estudiando.
Conclusiones
Esta revisión identifica una necesidad importante de estandarizar criterios respecto a los índices de calidad de la dieta específicos de las poblaciones, para que puedan valorar con mayor precisión el riesgo de desarrollar factores de riesgo y enfermedades cardiovasculares relacionadas con determinados estilos de vida y patrones culturales.
Enlace a la referencia
Para acceder a más información y poder consultar la revisión a texto completo, puede entrar en el siguiente enlace:
https://academic.oup.com/advances/advance-article/doi/10.1093/advances/nmz059/5519797