Recientemente se ha publicado en la revista Journal of Functional Foods, un artículo de revisión sobre algunos tipos de antinutrientes (lectinas, glucosinolatos, fitatos y oxalatos) en relación con sus posibles efectos positivos y negativos.
A continuación, os mostramos un resumen del artículo de estos autores y algunas de las partes más interesantes. La autoría del artículo original corresponde a M. López-Moreno, M. Garcés-Rimón y M. Miguel.
Para comenzar
La ingesta de alimentos de origen vegetal se ha propuesto como una estrategia muy adecuada en la prevención de numerosas enfermedades crónicas. El consumo de estos alimentos (frutas y hortalizas, frutos secos, semillas, aceites, cereales y legumbres) ha demostrado tener efectos beneficiosos en el peso corporal, en el control glucémico, en el perfil lipídico, en la respuesta inflamatoria y en las enfermedades cardiovasculares. El consumo de frutas y hortalizas se ha asociado con una reducción del riesgo de mortalidad global y se ha sugerido que estos beneficios se deben al menos parcialmente, a diferentes compuestos bioactivos presentes principalmente en este tipo de alimentos, como son los fitoquímicos y la fibra dietética.
Por otra parte, los alimentos de origen vegetal también poseen un grupo de sustancias conocidas como antinutrientes, que pueden ser responsables de efectos nocivos relacionados con la absorción de nutrientes y micronutrientes o, por el contrario, ejercer efectos beneficiosos para la salud.
El objetivo de este trabajo
Esta revisión recopila las evidencias científicas sobre el impacto fisiológico de algunos antinutrientes (lectinas, glucosinolatos, fitatos y oxalatos) en la salud humana, sus efectos negativos y los procedimientos culinarios e industriales para disminuir la presencia de estos componentes en los alimentos.
Principales cuestiones importantes
En este artículo se analiza en profundidad de forma narrativa las principales evidencias de las lectinas, los glucosinolatos, los fitatos y los oxalatos. Respecto a estos componentes, los autores han realizado un tabla muy informativa sobre estos factores dietéticos, su actividad biológica, los modelos experimentales (in vitro, en modelos animales o en humanos) y las referencias más importantes.
Tras el análisis en profundidad que han realizado los autores sobre la bibliografía publicada relacionada con estos antinutrientes, se observa que, cuando los alimentos ricos en estos compuestos se consumen sin tratamiento culinario o aislados, pueden causar un efecto negativo en la salud humana. No obstante, en el contexto de una dieta global cuando se consumen en una matriz alimentaria y con un tratamiento culinario o de transformación de este componente (por ejemplo: germinación, fermentación o molienda) en los que se disminuye su concentración o puede presentar un efecto sinérgico con otros compuestos beneficiosos, los efectos negativos disminuyen de forma muy importante. Algunos de estos compuestos principalmente como moléculas purificadas, parecen tener efectos beneficiosos en diferentes condiciones patológicas.
Para saber más
Los autores indican que la mayoría de las evidencias que han recopilado en su revisión, provienen de estudios realizados en modelos animales, con las limitaciones que pueden presentar al realizar la extrapolación de los resultados obtenidos a los humanos. Los estudios epidemiológicos muestran resultados prometedores, pero este diseño hace difícil poder dilucidar entre los efectos reales de estos compuestos y los derivados de otras moléculas presentes en la matriz alimentaria en la que se encuentran estos antinutrientes. En la actualidad, hay pocos ensayos clínicos en humanos que evalúen estos efectos, por lo que es necesario en el futuro realizar numerosas investigaciones en esta área para poder comprender mejor los efectos potencialmente terapéuticos de estos compuestos.
Conclusión
Los efectos de los antinutrientes en salud humana pueden cambiar cuando se consumen en su matriz alimentaria natural y después de su procesamiento o tratamiento culinario. Algunos de estos compuestos podrían tener efectos beneficiosos en diferentes enfermedades. Se requieren investigaciones en el futuro para comprender el potencial terapéutico de estos compuestos en las personas.
Enlace a la referencia
Para conocer más detalle sobre esta temática, puede consultar la publicación que realizaron los autores a texto completo en el siguiente enlace:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1756464622000081?via%3Dihub