Se ha publicado recientemente en la revista Advances in Nutrition, una revisión sobre el papel de la microbiota intestinal en las intervenciones dietéticas para el tratamiento de la depresión y la ansiedad.
Dieta, depresión y ansiedad
Existe evidencia científica de que un patrón dietético poco saludable puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión o ansiedad, mientras que una dieta saludable podría disminuirlo. Investigaciones recientes sugieren que algunas intervenciones dietéticas podrían ayudar a prevenir o ser terapias complementarias, en el tratamiento de algunas enfermedades como la depresión y la ansiedad.
La relación entre la dieta y este tipo de trastornos es compleja, ya que se ve afectada por numerosas variables de confusión y es probable que sea bidireccional, es decir, que también surjan modificaciones de la dieta y éstas elecciones estén influenciadas por el estrés y la depresión. Esta complejidad se refleja en que en numerosas investigaciones, se han observado resultados contradictorios.
El objetivo de esta revisión
En esta revisión, se discuten las razones posibles de los resultados contradictorios que han sido observados en la investigación de la dieta y el estado de ánimo, y se presentan ejemplos de las áreas de la relación dieta-estado de ánimo en la que es probable que esté involucrada la microbiota intestinal.
La actualización de un campo nuevo de conocimiento
Un campo de investigación nuevo y que está avanzando de forma rápida, está mostrando que la microbiota intestinal está vinculada con el cerebro de forma bidireccional, relación denominada eje microbioma-intestino-cerebro. La evidencia preclínica sugiere que este eje tendría un papel fundamental en la regulación del cerebro, su función y su comportamiento.La investigación muestra que existe un vínculo entre la dieta y la depresión. Sin embargo, se observan resultados contradictorios y aun el conocimiento es limitado.
Por lo tanto, aun no se comprende de forma completa la naturaleza de esta relación, siendo probable que sea una relación bidireccional y pueda ser de mayor importancia en individuos vulnerables.Las intervenciones alimentarias tienen el doble beneficio de presentar un impacto directo en la fisiología intestinal y cerebral y un efecto indirecto en la microbiota intestinal. La dieta es un factor modificable que influencia en gran medida, en la composición y la función de la microbiota intestinal, siendo probable que los cambios en la microbiota intestinal contribuyan a cómo puede la dieta (patrón dietético global y componentes dietéticos individuales) afectar a la depresión y a la ansiedad.
En algunos estudios se indica que la microbiota intestinal puede desempeñar un papel importante y debería de considerarse en estudios en los que se realicen intervenciones dietéticas. Hay patrones dietéticos beneficiosos para la salud mental que probablemente contribuyan al crecimiento de comensales de la microbiota beneficiosos, a una disminución del crecimiento de agentes patógenos y que pueden afectar a la permeabilidad de la barrera intestinal y a la inflamación. Debido a las modificaciones en la dieta, se puede modificar la proporción de muchos componentes dietéticos para obtener mayores efectos beneficiosos.
En la investigación actual, en los estudios dietéticos sobre la depresión y la ansiedad es necesario identificar los patrones dietéticos beneficiosos o perjudiciales, sobre diferentes tipos y cantidades de componentes dietéticos.
Aunque se estudian los cambios en el perfil microbiano, es interesante analizar la funciones globales y las características de la microbiota intestinal, que interactúan y que pueden ocupar un nicho ecológico dentro de su entorno. Por lo tanto, funciones similares pueden ser realizadas por diferentes estructuras de la microbiota, a la vez que el mismo efecto funcional podría ocurrir con numerosos cambios en la microbiota. Este hecho apoya, de forma especial, que las intervenciones dietéticas, sean efectivas debido a que pueden modificar el perfil microbiano en todos los niveles taxonómicos, así como la composición y la función.
Los efectos de la dieta sobre la microbiota intestinal son determinados por la composición existente de la microbiota y la función y el fenotipo del huésped, incluidas las interacciones con la función inmune. Una investigación global en esta área deberá incluir un examen de la función de la microbiota intestinal utilizando nuevas ciencias como la metabolómica y técnicas de metagenómica.
Conclusión
La investigación actual tanto en humanos como en animales, sobre los mecanismos del eje microbioma-intestino-cerebro, continuará ayudando a dilucidar los mecanismos por los cuales la microbiota intestinal afecta al desarrollo de depresión y de ansiedad, así como a otros trastornos psicológicos y neurológicos. El futuro de la investigación debe continuar con el estudio de todos los aspectos del eje microbioma-intestino-cerebro para mejorar la comprensión y avanzar en la obtención de un enfoque holístico para prevenir y tratar la depresión y la ansiedad.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo y obtener información más detallada, puede consultar el siguiente enlace:
https://academic.oup.com/advances/advance-article/doi/10.1093/advances/nmaa016/5801053