Se ha publicado en la revista The Journal of Nutrition un artículo de revisión sobre los efectos de la dieta y de la nutrición en relación con los metabolitos microbianos intestinales y los cambios bioquímicos en trastornos funcionales intestinal y en especial, en el síndrome del intestino irritable.
Para comenzar
Los alimentos que consumimos interaccionan (tanto positiva como negativamente) con el organismo humano cuando son consumidos por las personas. La ingesta de alimentos modifica la composición de la microbiota intestinal afectando directamente a la función intestinal y, por ende, a la salud.
Los trastornos funcionales intestinales entre los que se incluye el síndrome del intestino irritable podrían estar relacionados de forma directa con algunos efectos negativos debido a interacciones negativas entre determinados alimentos y el microbioma. Los trastornos funcionales intestinales, se pueden definir como aquellos en los que se dan signos o síntomas de dolor abdominal, hinchazón, distensión y/o alteración de los hábitos intestinales. Estas enfermedades se caracterizan porque los pacientes pierden en gran medida su calidad de vida.
El objetivo de esta revisión
Esta revisión, realiza una discusión crítica de la literatura científica publicada, sobre las vías metabólicas y las intervenciones dietéticas relevantes de aplicación en los trastornos funcionales intestinales.
El síndrome del intestino irritable como modelo para estudiar los trastornos funcionales
Es bien conocido por numerosas investigaciones científicas, que algunos alimentos incrementan o reducen la prevalencia y la gravedad de los síntomas de los trastornos intestinales funcionales Dentro de este tipo de trastornos digestivos, el síndrome del intestino irritable puede considerarse como un modelo adecuado para estudiar la modificación de la función intestinal normal y así poder investigar el efecto del consumo de alimentos y de la dietas de forma global, sobre la gravedad y los síntomas del síndrome del intestino irritable, así como comprender en detalle cómo los mecanismos de los procesos críticos y de los bioquímicos contribuyen a este impacto. Se hace necesario analizar las interacciones tan complejas que suceden de forma continua entre los alimentos, los humanos y los metabolitos microbianos. Todas estas interacciones aportan una información muy valiosa sobre las vías y los procesos que suceden en el intestino que contribuyen a que se desarrollen algún trastornos funcionales intestinales.
Trastornos funcionales intestinales e intervenciones dietéticas
Es necesario tener presente, que las intervenciones dietéticas para reducir los síntomas de trastornos funcionales intestinales son cada vez más numerosas. Sin embargo, las investigaciones que se centran en los mecanismos subyacentes vinculados a las interacciones entre los humanos, el microbioma y los metabolito, son hoy en día muy escasas.
Hay que destacar que muchos metabolitos, por ejemplo, los ácidos biliares, los ácidos grasos de cadena corta, las vitaminas, los aminoácidos y los neurotransmisores, pueden ser modificados por la composición de la ingesta de la dieta. Por consiguiente, podría ser interesante identificar modificaciones en las vías metabólicas que pudieran distinguir lo que se denomina un intestino normal o saludable de un intestino disfuncional o no sano.
La ingesta dietética presenta un papel fundamental en la mejora o el empeoramiento de trastornos funcionales intestinales. La investigación futura debe complementar los estudios clínicos y los que presentan como objetivo estudiar en profundidad los mecanismos subyacentes. Algunas de las mejoras que serían deseables son las relacionadas con el tránsito colónico para conseguir mejorar la comprensión del por qué algunos sujetos desarrollan trastornos funcionales intestinales y otros no, y cómo se podría disminuir la prevalencia de estos trastornos en todo el mundo, siempre considerando la dieta como un factor fundamental a estudiar.
Estas intervenciones deben ir seguidas de un análisis exhaustivo de la microbiota intestinal y los metabolitos de los humanos y los microbianos. Estos resultados permitirán una mejor comprensión de la epidemiología de los trastornos funcionales intestinales y podrán suponer un avance en las recomendaciones de las ingestas dietéticas para disminuir los síntomas de los trastornos. Las pautas dietéticas basadas en estudios en muchas ocasiones carecen de la evidencia mecanicista y, por lo tanto, podrían resultar en la adopción de intervenciones dietéticas que podrían conducir tanto a efectos beneficiosos como a perjudiciales (si los pacientes se adhirieran a largo plazo a estas recomendaciones) aunque no se conociera en profundidad el posible impacto en otros mecanismos biológicos.
Conclusión
Es necesario conocer en profundidad los mecanismos subyacentes vinculados a las interacciones entre los humanos, el microbioma y los metabolitos debido a que, en la actualidad, el conocimiento es escaso. Debe ser una prioridad la investigación en las intervenciones dietéticas que puedan reducir los síntomas de los trastornos funcionales intestinales.
Enlace a la referencia
Para acceder al artículo completo y obtener más información, puede consultar el siguiente enlace:
https://academic.oup.com/jn/advance-article/doi/10.1093/jn/nxz302/5692090