Se ha publicado en la revista The Journal of Nutrition, un artículo sobre la ingesta de cereales de grano entero (CGE) y de cereales refinados en relación con los cambios longitudinales en factores de riesgo cardiometabólicos con datos de la cohorte Framingham Offspring.
Para comenzar
Los estudios observacionales han demostrado que un mayor consumo de CGE se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV), así como de obesidad, diabetes tipo 2 (DT2), hipertensión y mortalidad por todas las causas. En los Estados Unidos, la ingesta de CGE es baja, ya que los adultos consumen de media, menos de una ración al día. En cambio, el consumo de cereales refinados sigue siendo elevado, con una media de 5-6 raciones al día. Algunos estudios indican que una mayor ingesta de cereales refinados se asocia a un incremento del riesgo de ECV. Por lo tanto, un consumo superior de CGE, en sustitución de los cereales refinados, podría ser una estrategia dietética interesante para reducir el riesgo de ECV.
El objetivo de esta investigación
En este estudio, se examinó la asociación longitudinal entre la ingesta de CGE y cereales refinados en relación a los cambios en la circunferencia de la cintura (CC), colesterol HDL, triglicéridos, glucosa en ayunas y la presión arterial.
Metodología de esta investigación
Los sujetos fueron participantes del estudio de cohortes Framingham Offspring (n = 3121). Los sujetos tuvieron una media de la edad basal de 54,9 años y un IMC (índice de masa corporal) de 27,2 kg/m2. Los datos del cuestionario de frecuencia de consumo, de la salud y de los factores de los estilos de vida se recogieron aproximadamente cada 4 años durante una mediana de 18 años de seguimiento. Se utilizaron modelos mixtos de medidas repetidas para estimar los cambios medios ajustados por intervalos de 4 años en los factores de riesgo a través de las categorías crecientes de ingesta de CGE o de cereales refinados.
Principales resultados
Una ingesta mayor de CGE se asoció fuertemente a un aumento menor de la CC (1,4 ± 0,2 frente a 3,0 ± 0,1 cm en la categoría más alta frente a la más baja, respectivamente; valor p de tendencia < 0,001), la concentración de glucosa en ayunas (0,7 ± 0,4 frente a 2,6 ± 0,2 mg/dl; valor p de tendencia < 0,001), y la presión arterial sistólica (PAS; 0,2 ± 0,5 frente a 1,4 ± 0,3 mm Hg; valor p de tendencia < 0,001) por intervalo de 4 años.
Cuando los análisis se estratificaron por sexo, se observó una mayor asociación con la CC entre las mujeres que entre los hombres. Una ingesta superior de CGE se asoció a un aumento mayor del colesterol HDL y a un descenso en las concentraciones de triglicéridos. Sin embargo, estas diferencias no siguieron siendo significativas después de controlar por el cambio de la CC. Por el contrario, un consumo superior de cereales refinados se asoció a un incremento mayor de la CC (2,7 ± 0,2 frente a 1,8 ± 0,1 cm, valor p de tendencia < 0,001) y un menor descenso de la concentración de triglicéridos (-0,3 ± 1,3 en comparación con -7,0 ± 0,7 mg/dl, valor p de tendencia < 0.001).
Para profundizar
En las dos últimas décadas, la prevalencia de la obesidad, obesidad abdominal y de DT2 ha aumentado sustancialmente, contribuyendo a un incremento de las ECV y sus consecuencias para la salud. Los resultados de estos autores sugieren que una ingesta mayor de CGE se asocia de forma prospectiva con un mejor mantenimiento de la CC, especialmente entre las mujeres, así como unos mejores niveles en la presión arterial sistólica y en las concentraciones de glucosa en sangre en ayunas. Por el contrario, un consumo superior de cereales refinados se asocia de forma prospectiva con un mayor incremento de la adiposidad abdominal y en las concentraciones de triglicéridos. En general, estos resultados apoyan las recomendaciones de sustituir los alimentos elaborados a base de cereales refinados por sus formas equivalentes de CGE, especialmente como modificación de la dieta para atenuar la adiposidad abdominal, la hipertensión y la hiperglucemia y reducir el riesgo de enfermedades cardiometabólicas.
Para aprender más sobre el tema
Desde la FINUT (Fundación Iberoamericana de Nutrición) les invitamos a un evento muy especial: el día internacional del Grano Entero, el camino a una dieta sostenible y saludable en Latinoamérica, que se celebrará con expertos, el día 18 de noviembre. Puedes inscribirte en:
Seminario “Día Internacional del Grano Entero: El camino a una dieta sostenible y saludable en Latinoamérica” – Finut – Fundación Iberoamericana de Nutrición
Conclusiones
Entre los adultos de mediana y avanzada edad, la sustitución de los cereales refinados por cereales de grano entero puede ser una modificación dietética eficaz para atenuar la adiposidad abdominal, la dislipidemia y la hiperglucemia a lo largo del tiempo, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiometabólicas en el futuro.
Enlace a la referencia
Para acceder al documento completo y obtener más información puede entrar en el siguiente enlace:
Whole and Refined-Grain Consumption and Longitudinal Changes in Cardiometabolic Risk Factors in the Framingham Offspring Cohort