La revista The American Journal of Clinical Nutrition ha publicado recientemente un estudio sobre la ingesta de proteínas y sus fuentes dietéticas de procedencia en relación con el riesgo de muerte.
Para comenzar
Numerosos estudios previos han investigado el consumo de proteínas y su asociación con factores de riesgo, enfermedades crónicas y con la mortalidad global, encontrando evidencias y resultados contradictorios. En este estudio se investigaron asociaciones entre el consumo de proteínas de la dieta y las fuentes específicas de este macronutriente en relación con el riesgo de muerte por enfermedad en el estudio prospectivo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca isquémica de Kuopio.
Algunas cuestiones metodológicas
La población del estudio consistió en 2641 hombres finlandeses, con edades comprendidas entre los 42 y los 60 años al comienzo del estudio (1984-1989). Se estimó el consumo de proteínas con registros dietéticos de 4 días al inicio del estudio y se recogieron datos sobre las causas de muerte por diferentes enfermedades (Registro Nacional de Causas de Muerte). Para realizar el análisis estadístico, se utilizaron modelos de regresión de Cox calculando los Hazard Ratio (HR) y los IC al 95%.
Principales resultados
Durante un seguimiento medio de más de 22 años, se observaron 1225 muertes por enfermedad. La mayor ingesta total de proteína y específicamente, de proteína animal se observaron asociaciones importantes con un incremento del riesgo de mortalidad: la HR ajustada en el modelo multivariante comparando el más alto cuartil frente al de menor ingesta de proteínas totales (HR=1,17 (0,99-1,39; p-tendencia=0,07) y para el consumo de proteínas animales=1,13 (0,95-1,35; p-tendencia=0,04). Una mayor proporción de proteína animal frente a vegetal se asoció con un incremento del riesgo de mortalidad (HR del cuartil extremo = 1,23; IC 95%: 1,02-1,49; p-tendencia=0,01) y con una mayor ingesta de carne (HR del cuartil extremo=1,23; IC 95%: 1,04-1,47; p-tendencia=0,01). En relación con los datos según la historia de la enfermedad al comienzo del estudio, la asociación de la ingesta de la proteína total con la mortalidad fue más evidente en los sujetos con antecedentes de algunos enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, cardiovasculares o cáncer (n = 1094) en comparación con las personas sin historia de la enfermedad (n = 1547) (p-interacción = 0,05 o 0,07). El consumo de pescado, huevos, lácteos o fuentes de proteínas de origen vegetal, no se asoció con un aumento del riesgo de mortalidad.
Conclusiones
En este estudio, una mayor proporción de proteína animal frente a proteínas de origen vegetal de la dieta, así como un mayor consumo de carne, se asocia con un mayor riesgo de mortalidad global. Una mayor ingesta total de proteínas parece estar asociada con la mortalidad, fundamentalmente en sujetos que tienen algunas enfermedades crónicas de alta prevalencia.
Enlace a la referencia
Para obtener el artículo a texto completo puede consultar toda la información en el siguiente enlace: https://academic.oup.com/ajcn/advance-article/doi/10.1093/ajcn/nqz025/5435773