Recientemente se ha publicado en The Journal of Nutrition, un artículo sobre el desarrollo y la validación de instrumentos y patrones novedosos para valorar la inflamación desde el punto de vista de la valoración de componentes de los estilos de vida y componentes dietéticos para su aplicación en estudios epidemiológicos.
Para comenzar
La inflamación crónica, está relacionada con numerosos factores dietéticos y de los estilos de vida, estando asociada con el aumento del riesgo de desarrollar numerosas enfermedades crónicas, en especial, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
El índice inflamatorio dietético (Dietary Inflammatory Index, DII) y algunos patrones inflamatorios dietéticos empíricos (Empirical Dietary Inflammatory Pattern, EDIP), se han desarrollado para caracterizar las contribuciones de los componentes dietéticos a la inflamación crónica. Todas estas herramientas han sido estudiadas y validadas en la literatura científica pero ambos enfoques presentan en la actualidad numerosas limitaciones. Hasta la actualidad, los instrumentos y enfoques en los que se caracteriza de forma exhaustiva componentes de los factores de los estilos de vida y la inflamación no habían sido estudiados desde este punto de vista.
El objetivo general de este trabajo fue estudiar las contribuciones de los componentes dietéticos y de los factores de los estilos de vida, en relación con la inflamación, para desarrollar instrumentos de fácil aplicación. Esta herramienta incorpora información obtenida de un conjunto de biomarcadores de inflamación, aspectos dietéticos (Dietary Inflammatory Score, DIS) y factores de los estilos de vida (Lifestyle Inflammatory Score, LIS), valorándose mediante los datos disponibles de un subcojunto de 639 sujetos pertenecientes a la cohorte del estudio REGARDS (Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke Study cohort).
Principales cuestiones metodológicas
Para llevar a cabo este estudio, fueron seleccionados mediante metodología a priori 19 componentes dietéticos en forma de grupos de alimentos y 4 componentes factores de los estilos de vida, considerados como los más importantes en la valoración del DIS y del LIS. Para desarrollar este instrumento, se calcularon los pesos ponderados de los componentes en función de su asociación con la puntuación del biomarcador de inflamación considerado, proteína C reactiva (PCR), IL-6, IL-8 e IL-10, mediante la utilización de modelos de regresión lineal multivariable.
El sumatorio de cada uno de los componentes ponderados constituyeron las puntuaciones, considerándose una dieta más proinflamatoria cuando las puntuaciones eran más altas. Se calcularon las puntuaciones del DIS, del LIS, del DII y del EDIP con datos transversales de la cohorte de REGARDS (datos de 14.210 sujetos) y otras 2 poblaciones de estudio con los niveles de PCR y/o con una serie de biomarcadores de inflamación que constó de 8 componentes. Para estudiar esta asociación, desde el punto de vista del análisis estadístico, se emplearon modelos de regresión logística multivariante con las concentraciones de los biomarcadores.
Resultados
En el estudio REGARDS, los participantes con puntuaciones más altas en relación a las bajas según los quintiles de los diferentes instrumentos y patrones calculados, del DIS, del LIS, del DII y del EDIP, presentaban mayores probabilidades de forma estadísticamente significativas, de tener concentraciones de PCR más altas (>3 mg/dl), probabilidades de 1,66, 4,29, 1,56 y 1,32 veces más altas, respectivamente para cada índice calculado (valor p tendencia <0,001). Los sujetos que se clasificaron en el quintil más alto en relación con el quintil más bajo, DIS/LIS presentaron de forma estadísticamente significativa 7,26 veces más de probabilidad de presentar concentraciones altas de PCR, observándose resultados muy similares en el estudio de validación con los datos de las otras dos poblaciones.
Conclusión
Los resultados de este estudio apoyan la hipótesis de que una exposición desde el punto de vista de la estimación de componentes dietéticos y de componentes de los factores de los estilos de vida, contribuyen de forma conjunta a la valoración de la inflamación crónica, siendo los instrumentos y los patrones desarrollados y validados en este estudio, herramientas a considerar en futuros estudios epidemiológicos.
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