La revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics ha publicado recientemente una revisión sistemática de meta-análisis sobre las principales asociaciones entre la ingesta de frutas y verduras en relación con la carga de enfermedades crónicas.
Antecedentes
El bajo consumo de frutas y verduras son factores de riesgo dietéticos reconocidos en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Esta revisión sistemática resume los meta-análisis publicados sobre la carga global de enfermedades atribuibles al consumo reducido de frutas y verduras.
Metodología
Para llevar a cabo esta revisión sistemática se empleó un proceso de evaluación que combina algunas directrices de la Revisión Cochrane sobre la evaluación de la calidad metodológica de las revisiones sistemáticas y la escala de evaluación de la calidad de Newcastle-Ottawa.
Principales resultados
Se encontraron 74 documentos para realizar la revisión sistemática. Cincuenta y seis pares de 39 informes se evaluaron como estadísticamente significativos, con 29 asociaciones que estudiaban la carga de enfermedades, identificándose respuestas según la dosis, de las cuales 31 fueron asociaciones negativas y 2 fueron positivas. Respecto a la comparación de riesgos relativos de consumos altos frente bajas ingestas, fueron encontradas 22 asociaciones negativas y una asociación positiva.
Algunos de los resultados más importantes que se observaron en este estudio fueron los siguientes:
– Para cada aumento de 100 g al día de consumo de fruta, produciéndose una disminución del riesgo de un 44% para el cáncer de esófago, (RR= 0,56; IC 95%: 0,42-0,74) y una disminución del 28% en el caso del cáncer de boca, faringe y laringe (RR= 0,72; IC 95%: 0,59-0,87). Por otra parte, se observó una dosis-respuesta no lineal
– Para los primeros 100 g al día de consumo de fruta se observó una disminución del 14% del riesgo de sufrir un ictus (RR=0,86, IC 95%: 0,84-0,88) y del 11% para la mortalidad global por todas las causas (RR= 0,89, IC 95%: 0,88-0,90).
– Por cada aumento de 100 g al día de la ingesta de verduras se mostró una disminución del 12% para el cáncer renal (RR= 0,88; IC 95%: 0,80-0,95) y del 11% para el linfoma no Hodgkin (RR= 0,89; IC 95%, 0,84-0,95).
– Para los primeros 100 g al día de la ingesta de verduras se observó una disminución del 14% para enfermedad coronaria (RR= 0,86, IC 95%: 0,84-0,89) y un descenso del 13% para la mortalidad global por todas las causas (0,87, IC 95%, 0,84-0,90).
– Se observaron aumentos claros en las asociaciones protectoras con los primeros 200 g día de consumo, mientras que se encontró solo un ligero incremento o una disminución en las asociaciones beneficiosas si el consumo era mayor de 300 g al día.
Otras cuestiones de importancia
En esta revisión sistemática se mostró cómo una mayor ingesta de fruta enlatada se asoció de forma positiva con un incremento de la mortalidad global y de enfermedad cardiovascular. Por otra parte, el consumo de verduras en vinagre se asoció con un aumento del cáncer de estómago.
Conclusiones
Esta revisión sistemática apoya las recomendaciones existentes sobre el consumo de frutas y verduras. Las estimaciones actuales podrían subestimar significativamente las asociaciones protectoras que pueden aportar el consumo de frutas y verduras.
Enlace a la referencia
Para consultar más información, puede acceder al articulo completo a través del siguiente enlace: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S221226721831342X